PUEBLO VIEJO, VER.- Ante la crisis que margina a cientos de familias que no pueden darse el lujo de comprar gas, la palizada arrastrada por el río Pánuco se convierte en una alternativa de ahorro para su precaria economía.
Raúl Gutiérrez, ayudante de pescador que reside en la Colonia California a un lado de la calle Insurgentes que colinda con el margen del río Pánuco, indicó que para ellos poder contar con la madera de la palizada es de gran ayuda.
Manifestó que igual que su familia, muchas más de la colonia y otros sectores, enfrentan una situación económica muy complicada, por la falta de trabajo generada por el coronavirus, lo cual los margina que puedan darse el lujo de comprar gas.
Por ello indicó que entre el lunes y martes aprovecharon las corrientes para rescatar gran cantidad de ramas y troncos sustraídos del río, indicando que los jefes de familia y las esposas participan en esta labor en de en donde utilizan desde lazos y ganchos para sustraer la madera.
Por su parte don Martín Ruiz, vecino del citado sector admitió que para ellos en esta situación económica del contar con esta madera es una bendición, ya que ellos les permite poder cocinar sus alimentos calentar agua para bañarse y otras labores domésticas.
Indicó incluso que con apoyo de otros compañeros, han sacado árboles completos que son arrancados desde la raíz por las corrientes del río y armados con sus anchas los trozan para repartirse la madera.
Agregó que ya saben seleccionar la madera que se secara más pronto y la que demorará más debido a que está más seca y absorbe mayor humedad ese proceso puede ir desde 3 semanas siempre y cuando se presente buen sol para luego utilizarlo en los fogones o estufas de barro.
POR Víctor Montiel / La Razón