ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Atentos, un par de estudiantes de secundaria y uno de primaria siguen las instrucciones cada uno de su maestros, en tanto luchan por no distraerse por el intenso ruido del transitar de coches y camionetas, en la calle principal del fraccionamiento Los Mangos, en Altamira.
“Y ahora, vamos a leer lo que dice la página 23 del libro. ¡Pongan atención a cada palabra, porfavor! “ Insiste la maestra que visualizan con ayuda de un pequeño teléfono celular.
Los menores apenas se incorporan un momento, para atender las recomendaciones. A su costado Beatriz Elena Esperanza Chávez, su tía, les mira fijamente para cuidar que no pierdan detalle de la clase a distancia.
“En la familia, hicimos un esfuerzo para poder contratar entre todos una buena señal de Internet, para que tomen sus clases. Aquí en el fraccionamiento, hay otros 4 o 5 grupitos de niños que se reúnen para no perder el año escolar”, dijo.
El problema, explicó es que no todos los habitantes del area localizada al sur del municipio, cuentan con los recursos para poder solventar la cobertura del pago del servicio de Internet, para llevar sus clases a distancia.
“No todos tienen dinero, es decir la mayoría trabaja en empleos que no son tan bien remunerados, y que apenas les alcanza para llevar la comida a sus casas y pagarla, pero no para contratar los paquetes”; dijo.
En su caso, añadió que decidieron organizarse para que en conjunto pudieran contar con una buena señal para seguir las clases de manera virtual.
Lo ideal, explicó es que se pudieran establecer unidades de repetición móvil con señal de Internet, para que las familias que no pueden acceder , tuvieran una posibilidad de conectarse a las clases sin tener que erogar recursos económicos.
“En verdad que si hay mucha necesidad en las personas, en las familias, y pues aún creemos que falta mucho para que se pueda regresar a clases en las escuelas, así que sería mejor irse preparando para lo que resta de esta contingencia de salud”, comentó.
POR José Luis Rodriguez Castro/ La Razón