Tras el resultado de las dos encuestas realizadas por el INE para definir a quien será el nuevo presidente nacional de Morena, los resultados no dejaron contentos a uno ni a otro bando.
Aunque se daba por descontado que dado el despliegue de recursos y la campaña realizada en diversas entidades del país por Mario Delgado, sería suficiente para garantizar la mayoría de las preferencias en ambos sondeos, lo que el INE dio a conocer el fin de semana no fue lo que esperaban los simpatizantes de Delgado y tampoco lo que el veteranísimo diputado Porfirio Muñoz Ledo quería: el triunfo en esta medición, para quedarse con lo que se considera el último reducto de la izquierda organizada y con capacidad de pelear en condiciones de competitividad diversas posiciones electorales.
En ese contexto, el empate obtenido muestra que ninguno de los dos logró imponerse al otro en esta competencia de popularidad, lo que derivó en el empate que el INE anunció el fin de semana.
Esto no es bueno para Morena, porque desde el momento mismo en que se dio a conocer aumentó la polarización entre los grupos que apoyan a uno y otro candidato, además de que Muñoz Ledo prácticamente desconoció los resultados desde el principio, argumentando que ganó hasta en dos ocasiones y volvería a hacerlo las veces que fuera necesario que realizaran encuestas.
El discurso de Porfirio es característico de la oposición de los años ochentas y noventas, pues gira en torno a una narrativa que alega fraude y busca erigirse en una figura con un triunfo moral, aunque en los hechos los votos o las preferencias digan lo contrario o simplemente, no definan algo.
Más conciliador, maduro y con claridad respecto a lo que necesitan en este momento tanto el partido como el Presidente para la conformación de la nueva dirigencia de Morena, Mario Delgado ha dicho que pretende profundizar los cambios impulsados por López Obrador, encabezando una directiva que vaya a todos los rincones del país escucha los ciudadanos y los represente de manera fiel.
Lo que parece ser una moneda en el aire para definir más que la dirigencia, el rumbo de Morena y el proyecto del Presidente, es en realidad una fuerte disputa entre grupos tradicionalistas también llamados puros, con los que pueden considerarse renovadores y moderados, en esta idea de darle largo aliento al proyecto de la autollamada Cuarta Trasformación.
De cómo salgan de esta pelea encarnizada van a depender la unidad y fortaleza con que Morena llegue a la designación de candidatos a las Alcaldías y diputaciones locales y federales en Tamaulipas, así como en otros estados en 2021.
Y, al menos en nuestra entidad el panorama no parece muy bueno para el partido del Presidente, tomando en cuenta las pugnas tan fuertes que tienen y que van a dejar más que cicatrices, heridas profundas y encono difíciles de superar.
LA ESTRATEGIA AZUL: POR TODO
La inauguración de las nuevas oficinas del PAN en Tampico tiene muchos mensajes que deben ser leídos con atención, por quienes tengan afición a esto.
El edificio fue inaugurado oficialmente este domingo por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, por su hermano, el senador Ismael, así como por el dirigente estatal del partido Luis René Cantú, conocido como “El Cachorro” y por supuesto, el Alcalde porteño Chucho Nader así como por el presidente del partido en la localidad, Pedro Romero Sánchez.
Ya en 1997 el PAN ocupó ese edificio ubicado en la avenida Hidalgo casi esquina con calle Torreón, cuando Sergio Salazar perdió la elección por la diputación federal, pero ganó la plurinominal.
Apenas el viernes les mencioné que el poder azul está centrado en la zona sur, en donde el PAN está en grandes posibilidades de retener las Alcaldías de Tampico y Altamira, además de competir fuertemente por la de Madero.
También comenté que parte de este proyecto está fincado en figuras de jóvenes como René Sentíes, Mon Marón y Carlos Fernández Altamirano, quienes ya están siendo respaldados por grupos tradicionales del partido y sectores de la sociedad civil, que han confirmado que el estilo de gobernar de Alma Laura Amparán y Chucho Nader está dando resultados favorables y merecen tener una continuidad con prospectos que cumplan el perfil adecuado para esa responsabilidad. Hay que estar atentos a eso.