CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Egresados de la Universidad Miguel Alemán, campus Victoria, están batallando y enfrentan graves problemas por no poder continuar estudios de postgrado, luego que a tres años de haber egresado no les han entregado el título profesional.
Ello a pesar que en septiembre de 2017, les condicionaron la conclusión de la carrera con pago de 10 mil pesos de anticipo para iniciar el trámite de titulación, por lo que están pidiendo la intervención urgente del Rector, Raúl Armando Jaramillo Leal, para que resuelva y agilice los trámites.
Una de las afectadas dijo que por no tener el documento no pudo inscribirse en una maestría en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, porque en caso de no tener los documentos al final de la maestría, sus estudios serían invalidados.
“Si no lo hacíamos nos daban de baja del cuatrimestre, nos estaban condicionando la titulación, nos pidieron un anticipo de 10 mil pesos y 4 mil restantes eran al recibir el título”.
Tenían compromiso en la Universidad de llamarlos en febrero de este año para firmar una fiel para inscribir el título, “pero pasó febrero, marzo y no nos dicen nada, solo nos piden esperar que está en trámite”.
Consideran que son violentados sus derechos a la educación porque no han podido seguir estudios de especialización, de forma particular la afectada es la generación 2017 de la especialidad en pedagogía y sicopedagogía.
“En la UAT me dijeron que no puede salir un título de post grado si no ha salido un título de licenciatura”, en diciembre de 2020 se cumplen 3 años del egreso y los tienen sin poder hacer trámites por la falta del documento.
Para otra licenciatura en otra universidad piden el certificado preparatorio y en la Universidad Miguel Alemán que es en donde lo tiene tampoco lo quieren entregar.
“Les marco para pedir informes porque por la contingencia no nos dejan pasar, al hablar me dejan en espera y me cuelgan cuando les pido informes sobre mi título”, dijo otro de los afectados.
Por teléfono los atiende una mujer y un hombre, pero no les resuelven nada, y si quieren ir de forma personal al edifico nuevo frente a Wal-Mart en Berriozábal, no los reciben.
Por Nora Hernández Herrera