Ayer fue 20 de Noviembre, los mexicanos, ahora con sus limitaciones, sin fiestas ni desfiles debido a la pandemia, celebramos el inicio de la Revolución Mexicana, recordamos aquel movimiento armado liderado por valientes hombres y decididas mujeres que tomaron las armas para luchar por un México más igualitario, para heredar a las nuevas generaciones un país libre, soberano.
Tristemente, después de 110 años, las cosas no han cambiado mucho, aun se ven casos donde el poderoso oprime al desprotegido, el país igualitario que soñó ZAPATA, VILLA, MADERO, CARRANZA, AQUILES SERDAN y todas aquellas mujeres y aquellos hombres que derramaron su sangre sigue siendo un sueño, una asignatura pendiente.
Y como dijera la abuela, para acabarla de amolar, en estos tiempos los mexicanos tenemos otra lucha que salvar, esta es contra el COVID-19 que ha causado la muerte de más de 100 mil mexicanos y se carcajea que el Presidente ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR dice que ya lo tiene controlado.
En 1910 valerosos hombres y valientes mujeres se cansaron que en este glorioso país sólo un pequeño grupo controlara el comercio, la industria, que no se tenían elecciones libres y el pueblo vivía en la pobreza, sin derecho a participar, se rebelaron al grito de “Viva la Revolución, muera el supremo gobierno”.
Lástima de sangre derramada porque las cosas no son tan diferentes a aquellos días, han pasado 110 años y este país se parece mucho a aquel que se vivía en 1910, una economía manejada a placer por unos cuantos, con una gran brecha de desigualdad al grado que tenemos más de 70 millones de pobres y la clase media se extingue cada día mientras un grupito es dueño de todo el país.
Se tiene el derecho de elecciones libres y a veces somos los propios mexicanos quienes nos sujetamos el grillete y otras nos dejamos asustar y cedemos, como si no se supiera vivir sin el yugo, como si diera miedo pelear por lo que nos pertenece, nadie se quiere enterar que condenamos a las nuevas generaciones a vivir en un país sin libertad y desigual, esa postura es lo que también tenemos que cambiar.
Cierto es que México comienza a despertar, sí, pero aún falta mucho, no actuamos como debiéramos, reclamamos y nos inconformamos en las redes sociales pero muchas veces no aportamos nada, ni con la razón votamos.
Pero que recen los malos gobiernos cuando eso suceda, porque entonces sí, al pueblo le tendrá que hacer justicia la revolución.
Por lo pronto, en estos tiempos aparte de que los mexicanos debemos unir esfuerzos para luchar contra la pandemia, necesitamos una revolución de ideas, que las únicas armas que se usen sea las del trabajo, la responsabilidad, la razón y la valentía para exigir a nuestros Diputados y Senadores que tengan conciencia, desquiten su sueldo, y velen por el bienestar de los mexicanos, no de sus intereses.
Los Senadores andan aprobando el uso lúdico de la mariguana como si no hubiera otros temas más importantes que tratar en la máxima tribuna del país y nuestros flamantes diputados federales, los de MORENA, PES Y PT, no son ni siquiera para defender los recursos para la Entidad, le dan la espalda al pueblo en lugar de que nos haga justicia la revolución.
Nuestro México ha tenido muchos malos gobiernos, en realidad no hay uno que se caracterice por ser de excelencia, cambian las ideologías pero no las prácticas, esta Patria ya requiere que los políticos de todos los colores se apliquen y le den al pueblo mexicano una Nación justa e igualitaria.
En fin, la situación es que ayer fue 20 de noviembre, se celebró el 110 Aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, de esa lucha armada que pretendía que esta bella nación se convirtiera en un país más amable con los pobres, tristemente a muchos mexicanos aun no les hace justicia la revolución aunque todos los días salga a luchar.
Por ROSA ELENA GONZÁLEZ