Corre el último mes del año, llegó diciembre pero esta vez sin posadas por culpa del maldito COVID y la inconciencia de mucha gente que no hizo caso a las recomendaciones de salud y en lugar de cuidarse salían irresponsablemente a buscar enfermarse y a otros contagiar, por eso es que se tendrá una, como dijera RIGO TOVAR en una de sus canciones, triste navidad.
Sera triste porque la pandemia sigue galopante, los contagios continúan al alza, las defunciones a causa del coronavirus se incrementan, en muchos hogares extrañaran a un ser querido que perdió la lucha contra este maldito mal.
Claro que también será triste porque en esta ocasión no se podrán celebrar las posadas, no existirá el pedir posada con el niño Dios, ni las fiestas a las que se acudía cada año para festejar con los amigos, compañeros y familiares, recibir obsequios y degustar una gran cena con muchos invitados, nada de eso podrá realizarse.
Prácticamente en esta navidad más que alegría hay luto por las más de 100 vidas que se han perdido, se siente dolor por todos los enfermos a causa de la pandemia.
Pero además también hay tristeza porque es un hecho que la mayoría de los mexicanos no tendrán ni siquiera para una buena cena con su familia, pues la pandemia no solo impacto en la salud sino que por su causa se perdieron muchas fuentes de empleo, en la economía hizo estragos y hoy se tienen más desempleados.
No hay duda que esta Navidad se vivirá distinta, en otros tiempos se esperaba diciembre porque aparte de que pagaban el aguinaldo también llegaba la fiesta con las posadas, ahora nos deja una reflexión y en esta ocasión se recordara más la Natividad, se le dará más importancia al rezo que a la diversión.
El que no se tengan posadas no debe ser motivo de preocupación, al contrario quizá sea este el tiempo propicio para que hagamos una introspección de nuestras vidas, el comportamiento que se tenía antes en estas fechas y el que ahora se tendrá.
Entre todo lo malo también hay cosas buenas en esta Navidad como es que se sentirá más la comunión con la familia, se le dará el justo valor a las cosas, principalmente a la salud, vida y trabajo cuando se tiene.
Cierto es que en estos tiempos mucho lamentamos, pero también debemos agradecer lo que tenemos, antes las posadas eran más fiesta que rezo, ahora la celebración será acompañada de devoción, oración y reflexión.
La tradición dice que en las posadas se debe de romper piñatas para que con ello terminen los males, pues bien, es tiempo de apalear la piñata con el mal que se encuentra dentro y que ha llenado de tristeza y desesperación a muchas familias mexicanas y al resto de los mexicanos nos tiene en la desesperanza y desilusión.
Es difícil decir que debemos olvidar un poco la tristeza, no se puede cuando hay tanto dolor, pero igual no se debe caer en desesperación. Disfrutemos en familia, que la celebración sea la alegría de estar en esta vida, gozar de salud y poder agradecer.
Llegó diciembre y ahora será sin grandes posadas porque ni siquiera se podrá recibir en los hogares a los amigos o familiares por precaución, para evitar contagios del COVID-19. Recordemos que las bajas temperaturas favorecen el virus, con el frio se vuelve más resistente, aumenta su peligrosidad, razón por la que se requiere tomar todas las medidas necesarias para no contagiarse, por precaución tratar de ni siquiera de una gripe enfermarse.
Ente fin de 2020 lo importante es mantenerse sano, ya después se tendrá tiempo para con los amigos de la fiesta disfrutar, por lo pronto, aunque no nos guste mucho, nos debemos guardar y recordar que este diciembre sin grandes posadas debemos pasar.
POR ROSA ELENA GONZÁLEZ