Kostikov fue
detenido en Llera
El 12 de diciembre de 1968, cinco años después del asesinato de Kennedy, en completo estado de ebriedad, Valery Kostikov y su colega Vladis Komovipokim, segundo y tercer secretarios respectivamente, de la embajada soviética en México, protagonizaron en Llera un magno escándalo, donde amenazaron de muerte a dos ingenieros de PEMEX, para luego enfrentarse con la policía municipal que intentó detenerlos.
Según la prensa de esa época, los diplomáticos amenazaron con sus armas de fuego a los ingenieros mexicanos Esteban Soriano Álvarez y Antonio Guevara Castillo, quienes al igual que ellos, se encontraban degustando unas cervezas en un restaurant-bar a la orilla de la Cuesta de Llera.
En la trifulca, los ingenieros lograron desarmar a los rusos y conducirlos hasta Ciudad Victoria, donde siguieron escandalizando debido al estado de ebriedad en que se encontraban.
A pesar de la resistencia que opusieron a la policía municipal, ésta logró someterlos, pero los diplomáticos temiendo que el escandalo llegara a oídos de sus superiores, decidieron tener un arreglo con las víctimas y pagar $200 pesos de multa, saliendo inmediatamente de la ciudad.
La publicación por parte del gobierno de Estados Unidos sobre los documentos de la Comisión Warren, previamente clasificados, y relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy en noviembre de 1963, ha atraído una renovada atención a los contactos entre su tirador, Lee Harvey Oswald, y oficiales de inteligencia soviéticos en México, dos meses antes del asesinato.
Entre los rusos que se entrevistaron con Oswald en la Ciudad de México, aparece Valeriy Vladimirovich Kostikov, un agente de la KGB que, durante sus años de estancia en nuestro país, visitó diversas regiones de Tamaulipas.
Lee Harvey Oswald
en Nuevo Laredo
Nuestro país ha sido pieza clave del rompecabezas para esclarecer el móvil del asesinato, porque en la Ciudad de México, Oswald se reunió con funcionarios del gobierno cubano, así como agentes secretos rusos, en pleno clímax de la Guerra Fría, cuando Kennedy representaba al principal enemigo de los socialistas.
Nueve días antes de llegar a México, el 17 de septiembre, Oswald visitó el consulado mexicano en Nueva Orleans para solicitar un permiso de 15 días, que obtuvo. Dijo estar casado y que su profesión era fotógrafo.
Lee Harvey Oswald llegó a Nuevo Laredo, Tamaulipas, el jueves 26 de septiembre de 1963, entre la 1:30 y dos de la tarde, en el autobús 5133 de la línea Continental Trailways, que había abordado entrada la madrugada en Houston, Texas, pasando por Corpus Christi y Alice.
En Nuevo Laredo, Oswald abordó el autobús 516 de la línea Flecha Roja y en su recorrido hacia la capital azteca, a través de la carretera México-Laredo, el camión pasó por los municipios tamaulipecos de Villagrán, Hidalgo, Victoria, Llera, Gómez Farías, Mante y Antiguo Morelos.
Posiblemente bajó a comer a Victoria o Mante.
Según el busólogo Vicente Martínez González, en los tiempos que Harvey Oswald fue pasajero de los “Flecha Roja”, la empresa sólo hacia escala en los puntos intermedios más importantes de Tamaulipas, como Victoria y Mante; añadiendo que la terminal de éstos en la primera, se localizaba en la zona centro, mientras que en la urbe cañera se localizaba en el extinto restaurant “Motolinía”, en la esquina de Pedro J. Méndez e Hidalgo.
Es muy probable, que en alguna de estas dos ciudades haya bajado el asesino a degustar alguna comida o a estirar las piernas, antes de continuar su largo viaje a la Ciudad de México.
Oswald y su estadía en México.
Un expediente de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), resguardado en el Archivo General de la Nación, indica que Oswald llegó al Distrito Federal el viernes 27 de septiembre, a las 10:00 de la mañana, y que, durante su recorrido de 20 horas de Nuevo Laredo a la capital, conoció a dos jóvenes australianas, a quienes les contó que hacía tiempo había visitado la Unión Soviética, y además les recomendó hospedarse en el hotel Cuba.
Cinco días duró la visita de Oswald en México, obsesionado por conseguir una visa cubana de tránsito hacia Rusia. Entre las descripciones sobre él, la mayoría de los testigos concuerdan en que era un hombre pálido, iracundo, desaliñado y vestía ropas oscuras; que no hablaba español, que estaba casado con una rusa y de ideología marxista-leninista.
Volvió a pasar
por Tamaulipas
Después que le fue negada la visa rusa el 28 de septiembre, el martes 1 de octubre, a las 6:30 de la mañana, Oswald pagó la cuenta del Hotel Comercio y se fue del lugar para dirigirse hacia la terminal de Transportes del Norte y abordar el autobús 332, asiento 12, con destino a Nuevo Laredo.
En la ciudad de Monterrey, Nuevo León, a las 10 de la noche, los pasajeros transbordaron a un autobús de relevo de la misma línea, número 373. Y el miércoles 3 de octubre del 1963, el funcionario mexicano Alberto Arizmendi Chapa se encargó de autorizar la salida del país de Oswald.
Un reynosense se hospedó en el mismo Hotel.
Según los archivos desclasificados recientemente, el 10 de julio de 1964, ocho meses después del asesinato de Kennedy, el agente especial norteamericano James R. Wilson, envió a sus superiores una investigación realizada en torno a Francisco Morales, personaje nativo de Reynosa, Tamaulipas.
Wilson relata que el 28 de junio de 1964, una fuente confidencial en el exterior, había localizado y entrevistado a Francisco Morales en Ciudad Victoria, lugar donde residía temporalmente en busca de empleo.
Los gringos sospechaban que Morales había tenido comunicación con Lee Harvey Oswald, durante la estancia del asesino en la Ciudad de México, de ahí su interés sobre el tamaulipeco.
Durante la entrevista que Morales dio en Ciudad Victoria a los agentes de la CIA, les indicó que entre septiembre y octubre de 1963, se hospedó junto a Ernesto Lima en Hotel Comercio en la Ciudad de México, mientras buscaba empleo en el gobierno federal. No recordaba haber visto a Lee Harvey Oswald durante su estancia allí. Los únicos otros huéspedes del hotel en ese momento cuyos nombres recordaba eran Gabriel Contreras de Chihuahua, y un tal Arturo Chávez Martínez, empleado federal radicado en Ciudad del Maíz, San Luis Potosí.
Recordó también, que en dos ocasiones tomó unas copas con dos cubanos que se hospedaron en el hotel, uno de los cuales iba a Florida y estaba arreglando los papeles de inmigración. Ambos cubanos tenían entre cuarenta y cincuenta años, y sus nombres no los recordaba, pero que, si querían saberlos, podían preguntarle a un empleado del hotel llamado Sebastián.
Sin embargo, los agentes de la CIA advirtieron a James R. Wilson, que Morales fue reacio a discutir los asuntos anteriores y creían que no divulgó toda la información en su poder.
La supuesta entrevista entre Kostikov y Oswald
Los contactos de Oswald con Kostikov se conocían anteriormente y durante mucho tiempo han avivado las especulaciones de que la KGB pudo haber tenido algo que ver en el asesinato. Sin embargo, sus interacciones en la embajada soviética en la Ciudad de México acapararon titulares en los medios de comunicación rusos y occidentales, luego de la publicación el 26 de octubre de 2016, de casi 3.000 registros sobre el asesinato de Kennedy.
Uno de esos informes, señala que unos días antes del asesinato, se interceptó una carta a la embajada soviética en Washington. Supuestamente escrita por Oswald, esta carta se refería a “mis reuniones con el camarada Kostin” y señalaba que “si hubiera podido llegar a la embajada soviética en La Habana como estaba planeado, la embajada allí habría tenido tiempo de completar nuestros asuntos”.
Otro documento de la CIA establece que Oswald llamó a la embajada soviética el 1 de octubre de 1963, “identificándose por su nombre y hablando un ruso entrecortado, diciendo “que había hablado con Kostikov” y preguntando al guardia que contestó el teléfono “si había algo nuevo, sobre el telegrama a Washington”.
Sin embargo, la propia CIA dijo a principios de 1964, que el contacto de Oswald con Kostikov y otros oficiales de la KGB apostados bajo cobertura diplomática en la Ciudad de México “no fue más que una triste coincidencia”
¿Quién fue Valeriy Kostikov?
Según los documentos recientemente desclasificados de la CIA, Kostikov nació en Moscú en 1933 y estudió en un instituto de lenguas extranjeras o de asuntos exteriores en la capital soviética. Hablaba español con fluidez, por lo que se desempeñó como intérprete en exposiciones internacionales en España, México y Cuba, en los años anteriores a su asignación a la embajada en la Ciudad de México.
Al parecer, durante su estadía en la embajada de México, Valeriy Vladimirovich Kostikov alterno el puesto de vicecónsul con el de agente del Departamento 13, de la Primera Dirección General de la KGB; responsable de la acción ejecutiva, incluidos el sabotaje y los asesinatos de los enemigos del Kremlin.
En una breve biografía que publicó el norteamericano Brian Litman sobre Kostikov, se afirma que era un “neutralizador entrenado”. Afirmando que los encuentros con Oswald fueron “únicamente en el curso de sus deberes diplomáticos”.
Litman escribió que había estado en la casa de Kostikov varias veces y dijo que el oficial de la KGB vivía en el distrito de Kuzminki, al sureste de Moscú. Se retiró de la KGB en enero de 1992 y murió en 2002.
POR: Marvin Osiris Huerta Márquez