La alianza PRI-PAN-PRD para las elecciones legislativas federales del 2021 se está perfilando como una gran fake news. De concretarse sin problemas, su influencia en el proceso electoral será menor, se centrará sólo en las oligarquías que controlan esos partidos y fallará en el reparto de las candidaturas a sus seguidores y no a la sociedad civil.
Además del grupo PRIANREDE, las elecciones del 2021 van a tener otros grupos de activistas que desde ahora no han encontrado espacios en esas tres fuerzas: el grupo ultraderechista de FRENAAA, el grupo empresarial de Sí por México, el grupo de Felipe Calderón Hinojosa, el Partido Verde que no logró alianza con Morena y el PT en busca de su autonomía relativa.
Las cifras son desalentadoras para la alianza PRIANREDE: en las elecciones legislativas del 2018, los tres partidos apenas ganaron 58 distritos electorales de los 300 en disputa; más grave aún: jalado por la figura de López Obrador y las candidaturas legislativas de lopezobradoristas el PT tuvo más distritos electorales (58) que la suma de los del PRI, el PAN y el PRD. Morena ganó 106 distritos y luego aumentó a 160 por maniobras con sus aliados.
En distritos electorales, el PRI logró apenas 7 (luego subiría a 10 en acomodos poselectorales) en 2018, cuando en los tiempos históricos se alzaba con el carro completo y la oposición tenía que conformarse con los diputados de partido sin ganar distritos o con plurinominales. El PAN en 2018 consiguió victorias en 40 distritos (perdería uno al final) y el PRD acreditó 9 (y le quitarían dos).
Por lo tanto, el problema de cada uno de los partidos no estuvo en la competencia con otros de la misma alianza, sino en que Morena aplastó al PRI, al PAN y al PRD. De ahí que la asociación que le dejará a cada partido 50 distritos sin competir contra los otros dos no podrá resolver el problema de que el gran adversario del PRI, el PAN y el PRD no está entre ellos, sino en Morena y en el discurso político del presidente de la república. En este sentido, la alianza PRI-PANPRD tendrá un efecto menor en las tendencias de votos que pudieran conseguirse una vez que se formalice el acuerdo y sobre todo después de que se conozcan los nombres de los legisladores.
Y faltaría por analizar la composición política y las tendencias de votos en los 150 distritos escogidos para el reparto, pues el PRI abandonó en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari el trabajo territorial distrital y se conformó con el efecto de decisiones presidenciales.
La impresión que se tiene en sectores políticos radica en la idea de que el PAN, el PRI y el PRD se van a concentrar en los 200 puestos plurinominales y dejarían 51 a los distritales para conseguir la mayoría absoluta de 251 legisladores. Sin embargo, la fuerza presidencial está catapultando a Morena en posiciones distritales y en espacios plurinominales.