MÉXICO.- La prevalencia de enfermedades cardiovasculares aumenta en un 20% en invierno debido a las bajas temperaturas, mientras que las coronarias lo hacen en un 10%, según advierte la Fundación Española del Corazón (FEC), que recuerda que el frío puede perjudicar más a las personas de edad avanzada o a quienes sufren de diabetes, hipertensión o ya padecen alguna enfermedad cardiovascular.
La FEC basa la estimación en un estudio realizado por investigadores del London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM), en Reino Unido, y publicado en The British Medical Journal, que sostiene que por cada grado centígrado que descienden las temperaturas, aumenta en un del 2% el riesgo de infarto.
La presidenta de la sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, la doctora Almudena Castro, alerta, asimismo, de que por estas fechas las enfermedades coronarias tienden a aumentar en un 10% por la misma causa.
Por ello, aconseja a aquellos que padecen algún tipo de cardiopatía que tomen las precauciones posibles durante esta época del año. Así, recomienda vacunarse de la gripe y del neumococo, tomar la medicación correctamente, abrigarse bien cuando se sale a la calle, no fumar y no cometer excesos en la dieta durante las fiestas navideñas.
A este respecto, la FEC subraya que los eventos cardiovasculares durante los días de invierno no sólo son consecuencia directa del descenso de la temperatura, si no que se deben, fundamentalmente, a las infecciones del tracto respiratorio, cuya prevalencia aumenta en estos días, y cuyos efectos están muy asociados al agravamiento de la insuficiencia cardíaca, eventos isquémicos u otras enfermedades del corazón.
El estudio del que se hace eco la FEC analizó a 8.010 pacientes ingresados por infarto durante 2003 y 2006, y estableció una relación entre los eventos cardíacos y la variación diaria de las temperaturas en Inglaterra y Gales.
Tras ajustar factores como la contaminación del aire, la actividad gripal, la estacionalidad y las tendencias a largo plazo, el estudio reveló que por cada descenso de un grado centígrado se producía un incremento del 2% en el riesgo de ataque al corazón. En total, se detectaron 200 infartos más que en épocas con temperaturas más altas.
Durante esta época del año se ha detectado un aumento en patologías como la angina de pecho, el infarto agudo de miocardio o la cardiopatía isquémica. La explicación reside en el hecho que el frío, que es vasoconstrictor, provoca un estrechamiento de las arterias y puede llegar a ocasionar una disminución en la cantidad de sangre que llega al corazón.
– Evitar salir a la calle sin abrigarse adecuadamente, ya que el frío puede desencadenar los síntomas antes mencionados. En este sentido, es importante usar la ropa adecuada al clima y la actividad que se realice.
– Limitar los esfuerzos físicos en las horas en que las temperaturas son más bajas: amanecer y anochecer.
– Conviene usar gorro, pues la parte del cuerpo por donde se pierde más calor es la cabeza.
– Utilizar botas impermeables.
– Evitar salir de casa los días de frío extremo o mucho viento.
– El alcohol no aumenta la temperatura corporal.
– La nicotina contenida en el tabaco facilita los espasmos cardíacos.
– Vacunarse contra la gripe.
– Seguir una dieta adecuada, tanto si la persona ya sufre una patología como hipertensión o diabetes como si se trata de alguien sin patología cardiovascular conocida.
CON INFORMACIÓN DE ZÓCALO