CD. DE MÉXICO.- La vitamina A es una fuente nutricional importante para prevenir y tratar algunas enfermedades, entre ellas el sarampión.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus que se reproduce en la nariz o garganta de un niño infectado. Se propaga cuando una persona infectada estornuda o tose.
La vitamina A ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y neurológico, también ayuda al correcto funcionamiento de los órganos vitales como los pulmones, riñones o el corazón. (Lee también: Refuerza el sistema inmunitario con vitamina A)
La vitamina A está íntimamente ligada con el buen funcionamiento de la vista y los ojos. pero también es fundamental para la prevención y reducción de los efectos del sarampión.
VITAMINAS
La vitamina A ayuda a disminuir la posibilidad del contagio de sarampión pero su déficit es alto en zonas de África y Asia Sudoriental donde la enfermedad de sarampión tiene una alta incidencia.
La Organización Mundial de la Salud indica que la vitamina A es indispensable para el combate de enfermedades infecciosas sobre todo en la infancia. Cuando se administra esta vitamina ayuda a reducir la gravedad de infecciones respiratorias y mortalidad en niños que padecen sarampión.
Aunque la vitamina A ayuda en este tipo de infecciones, no se recomienda la ingesta prolongada ni excesiva ya que puede causar algunas reacciones secundarias.
Las mejores fuentes de vitamina A son:
Aceite de hígado de bacalao
Huevos
Cereales de desayuno fortificados
Leche descremada fortificada
Frutas de color naranja y amarillo
Otras fuentes de betacaroteno como el brócoli, la espinaca y la mayoría de las hortalizas de hoja verde
Cuanto más profundo es el color de la fruta u hortaliza, mayor es la cantidad de betacaroteno. Estas fuentes vegetales de betacaroteno no tienen grasa. Su absorción mejora si se consumen con una grasa.
Si no recibe suficiente vitamina A, tiene más riesgo de desarrollar problemas oculares como:
Ceguera nocturna reversible
Daño irreversible a la córnea llamado xeroftalmia.
La falta de vitamina A puede llevar a hiperqueratosis o piel seca y escamosa.
El alto consumo de vitamina A se relaciona con defectos congénitos. La intoxicación aguda con vitamina A en la mayoría de los casos ocurre cuando un adulto toma varios cientos de miles de unidades internacionales (UI). La intoxicación crónica con vitamina A pueden ocurrir en adultos que toman regularmente más de 25,000 UI al día.
Los bebés y los niños son más sensibles a la vitamina A. Pueden enfermar después de tomar dosis más pequeñas de ésta o productos que la contengan como el retinol (que se encuentra en las cremas para la piel).
CON INFORMACIÓN DE: EL DEBATE