BOTSUANA.- La jungla no tiene solamente un rey, ya tiene dos y son humanos.
Un par de investigadores de la vida salvaje pelearon contra un hambriento león, que atacó a uno de ellos, recientemente en África. Golpeando al predador en la cara y aventándole popo de elefante fue como se pudieron liberar de ser la comida del feroz animal.
De acuerdo con reportes y con la historia publicada en el Facebook de uno de los investigadores, Götz Neef de 32 años estaba durmiendo en su tienda en la región delta del Okavango cuando el enorme felino lo intentó convertir en su cena, mutilando su cabeza y torso.
“Grité del dolor”, le dijo Neef a un periódico. “El león empezó a morderme y agarró mi cabeza pero logré sacarla y empujé mi hombro izquierdo a su cara.”
Mientras peleaba con la gran bestia, su compañero investigador Rainer Von Brandis que dormía cerca de él corrió a la acción vestido únicamente de la cadera hacia arriba. Von Brandis de 46 años, le empezó a tirar caca de elefante y ramas al viejo león para salvar la vida de su compañero.
“Creo que yo no era una linda visión en tan solo una playera, desnudo de la cadera para abajo y usando una antorcha que le gritaba a este león que estaba atacando a mi amigo.”
Según su recolección de los hechos, el león brincaba un poco pero tenía tanta hambre y estaba tan desesperado en su última oportunidad de matar para comer, que volvió a atacar y a intentar comerse a Neef.
Eventualmente, un tercer investigador ayudó a luchar contra el animal para liberar a Neef que después fue llevado a un hospital en Namibia con 16 heridas en sus brazos y torso. Actualmente se está recuperando con sus padres a su lado.
“No muchas personas sobreviven el ataque de un león y el tendrá varias cicatrices que enseñarles a sus hijos y nietos”, añadió Von Brandis.
¿Y qué ocurrió con el peludo atacante? No se sabe, pero sí sabían que moría y mataría del hambre.
CON INFORMACIÓN DE ABCNOTICIAS