PUEBLO VIEJO.- El año 2020 está, concluir y para el sector obrero en la zona estuvo marcado por desempleo, suspensión de proyectos y complicaciones económicas.
Desde mediados de junio se comenzaron a encender los focos rojos en diversas empresas como las que integran el grupo R, con sus filiales de Edymsa, Siemsa, Bosnor en donde comenzaron a darse los retrasos de los pagos semanales que en algunos casos alcanzaron hasta 8 semanas en que los obreros no recibían su ingreso.
Bajo el argumento de las medidas obligadas por la pandemia del covid 19, trabajadores que tenían un perfil por vulnerable de salud fueron enviados a sus domicilios con goce de sueldo.
Sin embargo en este transcurso fueron dados de baja de sus respectivas empresas, regresando para llevarse la sorpresa de que estaban despedidos, muchos ni siquiera recibieron su finiquito o utilidades.
Lo anterior derivó en acciones drásticas por parte de los obreros que se unieron para realizar las tomas de las oficinas y buscar presionar a los directivos de las empresas a fin de que cumplieran con sus derechos laborales, que en muchos casos no han sido resueltos.
La situación comenzó a agudizarse aún más entre octubre y noviembre al hacerse oficial la suspensión de proyectos de construcción de plataformas ya que Pemex no tenía recursos para continuarlos.
De esta forma cientos de obreros terminaron en el desempleo buscando alternativas en otras empresas, lo que generó sobre oferta de mano de obra y con ello abusos en el pago de salarios ya que éstos las fueron reducidos drásticamente sin que tuvieran alguna otra alternativa.
Por diversas razones al igual que otros sectores productivos para la para los obreros de la industria metalera y de plataforma el 2020 fue sin duda un año para olvidar que los llevó a enfrentar complicaciones económicas para llevar el sustento a sus hogares.
Por Victor Montiel