Mañana termina el 2020, es inevitable hacer un balance de cómo nos fue en el año, sin embargo no hace falta sumar, ni restar, la muerte ha sido el común denominador en México y el mundo.
Así es mis queridos boes, todos, o casi todos, hemos tenido que llorar pérdidas por el Covid, familiares, amigos, compañeros de trabajo, de profesión, muchos conocidos al grado de que presentar condolencias se volvió un asunto de casi todos los días. La mamá de un gran amigo, una dama ejemplar, mi tío, por lo menos ocho colegas periodistas y muchos conocidos cercanos. Además todos hemos experimentado la sicosis, el terror a enfermar, cuando un amigo cercano con el que departimos por trabajo o simple amistad cae en cama.
La muerte ha estado cerca de todos, de unos más, a otros se los llevó prematuramente, con bastante crueldad por la agonía y ni siquiera nos dio la oportunidad de despedirnos de ellos de manera digna. Nuestro corazón se acostumbró a estar apachurrado, triste, como somnoliento ante lo que parece una pesadilla que desgraciadamente no acabará con el 2020.
Si, ya hay no una sino varias vacunas, pero no hay 7 mil millones de dosis para que todos nos inmunícenos de golpe. Si, ya están llegando a México, pero apenas se han vacunado a 18 mil y pico de hombres y mujeres que valientes le han hecho frente a la pandemia en los hospitales, pero en el país somos 130 millones.
Si, van a seguir llegando dosis, pero la realidad es que al personal de salud, lo terminarán de vacunar hasta finales de enero y luego comenzaría la inmunización de los ancianos y enfermos de en peligro. Si, dice la autoridad federal que está haciendo todo su esfuerzo, pero la realidad es que a los jóvenes y a los maduros en edad productiva les estará tocando la vacuna casi al final del año, sino es que a principios del 2022. Y mientras el virus del Covid se hace más fuerte, ya está en América, aquí cruzando el Río Bravo la nueva cepa, más contagiosa y por lo tanto más peligrosa.
Se va el 2020, pero la muerte se queda regodeándose en promedio con unos 800 mexicanos cada 24 horas, a los que el virus que vino de China les destrozó los pulmones al grado de que sus últimos días respirar les era casi imposible. Por eso, para cuando terminen de vacunar a los médicos y enfermeras, en el país habrá ya por lo menos 140 mil muertos; ayer la cuenta oficial era de 123 mil 845.
Tamaulipas ha contribuido con 3 mil 318 decesos, solo ayer se reportaron 29, entre los más de 3 mil están nuestros seres queridos, nuestros amigos, nuestros compañeros, con el pesar en el corazón he de decir que no serán los últimos.
Es la muerte, que en México o te mata de Covid o usa como instrumento a la delincuencia, a sus balas, a sus técnicas de sadismo para desmembrar y enterrar. Es la muerte la que ha marcado este año como en ningún otro, porque a los casi 124 mil muertos por el virus, la temible muerte le ha sumado por lo menos 34 mil cadáveres con los que contribuyó la delincuencia.
Es la muerte la que ha marcado los primeros dos años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, más que en ningún otro, entre pandemia y violencia casi suman 200 mil, exactamente 196 mil 237 y falta sumarle varios días del mes que sigue corriendo.
Son casi 73 mil 400 homicidios dolosos y los 124 mil muertos por la pandemia, ambos males que como ya decía desgraciadamente no se irán con el 2020. ¿Son los muertos de AMLO?, pues son en su sexenio, como los de Felipe Calderón fueron en el suyo, por cierto los del de Tabasco, superan por tres a los del ex panista michoacano.
¿Qué son culpa de AMLO?, pues no, aunque es responsabilidad del presidente la estrategia nacional para detener la pandemia, lo que no ocurrió, como tampoco contuvo a la delincuencia a la que dijo le pondría un alto desde diciembre del 2018. Repito ¿Los casi 200 mil muertos en dos años de AMLO son su culpa?, son los de su sexenio, él prometió y aseguró que podía detener a la delincuencia y ocurrió lo contrario, de la pandemia decía que no serían más de 6 mil los fallecidos y muchas veces dijo que estaba controlada y ya vamos en casi 124 mil muertos; seguro muchos de estos y de los 74 mil si pudo haberlos evitado con estrategias menos fallidas.
¿Seguimos haciendo corte de caja por el año que se va?, el Banco de México estimó la pérdida de 12 millones de empleo este año, el propio organismo prevé una caída de casi el 10 por ciento de PIB, histórico. Los organismos empresariales reportaron por lo menos el cierre definitivo de 1 millón de pequeñas y medianas empresas.
Ya no le sigo, para qué, los malos números en muertos por Covid, por la violencia, la muerte de negocios y los saldos rojos en la economía no se irán con el 2020. Pedir buena cara, optimismo, no bajar la guardia, levantarse, volver a empezar son frases fáciles de decir, pero muy difíciles de practicar ante el panorama tan desolador que nos depara para el 2021. Dios nos proteja, Dios le dé sabiduría a nuestros gobernantes para recomponer el rumbo donde haya que hacerlo y la fortaleza para no flaquear ante las tragedias que estamos viviendo. Amén.