Medio padrón de la farándula nacional se ha contagiado de coronavirus, media nómina de la Cámara de Diputados y la de Senadores también, medio gabinete federal y más de la mitad de los gobernadores han anunciado su positivo, ediles, funcionarios de primer y segundo nivel, así como los aspirantes, precandidatos y candidatos de temporada, en algún momento han tenido que parar su exposición y se han guardado unos catorce días en casa, no más, porque la fama apremia.
Al inicio de la pandemia, los privilegiados que venían de esquiar en Aspen o de vacacionar en Europa compartían en sus redes la novedad del contagio; en los empleados televisivos también se incrementó la infección, uno a uno han ido cayendo, algunos se reponen rápidamente y regresan a foros, otros lamentablemente son parte de la estadística de los cerca de 140 mil muertos por Covid 19, así los fans lloraron la partida de Joshio, Oscar Chávez y Armando Manzanero, entre otros; de políticos mexicanos la prensa ha documentado la muerte de cerca de 30 personajes entre legisladores, alcaldes y funcionarios, como la más reciente, la Coordinadora Nacional de Becas, Leticia Animas. México reporta más de 1 millón 500 mil casos positivos al contagio, en esta lista seguramente ha sido contado otro de los funcionarios que más recientemente ha declarado su enfermedad, Jesús Ramírez responsable de la comunicación social del presidente.
Desde hace un año el exhorto ha sido parejo para todos “quédate en casa” y sólo los trabajadores esenciales tienen chance de salir, por ello se pararon actividades educativas, económicas y sociales, que a largo plazo registraran más afectaciones, por ejemplo, en el tema educativo niños y jóvenes sufrirán rezago en el aprendizaje; en el económico las pérdidas serán de proporciones catastróficas, algunos comercios no resisten y ya están cerrando; en la convivencia social también el riesgo es alto, las personas en soledad registran afectaciones emocionales, las familias en conflicto aumentan la violencia doméstica y parejas disparejas están al borde del quebranto. Sin embargo, quienes no cambian sus hábitos sociales y no atienden el protocolo sanitario son muchos personajes del espectáculo, ya sean artistas de glamour o políticos en eternas campañas, para ellos un día sin contacto con la gente es un día perdido, tanto como respirar, necesitan estar en exposición presencial y lo mismo convocan a eventos partidistas que visitan colonos o improvisan actos que no son esenciales.
El presidente es el más claro ejemplo de ello, pese a la emergencia mundial por el virus, no ha variado uno sólo de sus hábitos, amén de que no le gusta usar el cubre bocas, continúa convocando a sus mañaneras, abordando aviones, realiza reuniones presenciales de gabinete y giras a donde le dicta su imaginación, hay lugares que en donde no se necesita su presencia, pero a él motiva ir, y con él un gran contingente de ayudantía oficial y de recibimiento en cada lugar que llega. En México los políticos utilizan sus redes para pelearse con el prójimo o para denostar a sus opositores. En otras naciones más adelantadas, los actores públicos conocen la importancia de la comunicación digital, son más hábiles con sus herramientas y aprovechan de manera óptima sus redes sociales.
Aquí en Tamaulipas los precandidatos todavía a la vieja usanza piensan que andar de puerta en puerta les traerá beneficios electorales, a la vista y en este tiempo aún no hay quien tengan bien armada su estrategia mediática digital. ¿Conocerán Zoom, Teams, Meet, Facebook Live? ¿Entenderán que son los conversatorios virtuales y demás modalidades digitales que aumentaron exponencialmente en la pandemia? ¿Les habrán informado ya del teletrabajo? ¿Alguno será socialmente responsable para quedarse en casa?.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE