Entre las iniciativas enviadas por el ejecutivo federal a la cámara de diputados se encuentra la relativa a reducir el financiamiento público a los partidos políticos, el cual asciende este año a casi 6 mil millones de pesos, aunque en general el INE ejercerá 19 mil 594 millones. Y eso que sus consejeros aceptaron de mala gana, reducirlo algo así como mil millones, en obediencia a la sugerencia de la representación popular. Desde luego sin que sus salarios, que fluctúan entre los 400 mil y 600 mil pesos mensuales, sufran merma importante.
Se trata de que los partidos dejen de ser parásitos del presupuesto que pertenece a todos los mexicanos, y aprovechar recursos que ahora son literalmente enviados a los bolsillos de quienes han tomado a la política como la mejor forma de pasarla bien, sea sin hacer algo de provecho social, y de paso enriquecerse a la brevedad, considerando que las oportunidades en este aspecto, “las pintan calvas”.
Es probable que tal iniciativa reciba el beneplácito mayoritario, después del escándalo que sin duda armarán las respectivas dirigencias de las organizaciones que, por obvias y sobradas razones, se verán afectadas. Ojalá y la reducción alcanzara cuando menos el cincuenta por ciento. En este sentido es bueno señalar que en MORENA ya existe el acuerdo de ceder la mitad de sus prerrogativas para la adquisición de vacunas colaborando así en el combate a la pandemia.
Mientras tanto y conforme a lo aprobado por el congreso, los partidos empezaron a recibir parte de los 6 mil millones de pesos que en forma total serán distribuidos de la siguiente manera: PAN (899 millones, 142 mil pesos), PRI (847 millones), PRD (414 millones, 383 mil pesos), PVEM (395 millones, 596 mil pesos), MC (381 millones), MORENA (1636 millones, 383 mil pesos), PES (105 millones), Redes Sociales Progresistas (105 millones), Fuerza Social por México (105 millones), más otros gastos y prerrogativas que suman la cantidad señalada.
De manera que los partidos por lo general, son refugio de aventureros sin escrúpulos que van por lo suyo, sin aportar nada, nadita de nada a la sociedad que no solo los mantiene, sino les da la oportunidad de lograr riqueza pronta y expedita. Es una verdad donde las mejores evidencias las aportan los regímenes neoliberales representados por el PRI y PAN, organizaciones que ahora en alianza con el PRD pretenden retornar a su paraíso de corrupción e inmoralidad.
Por todo lo anterior y algo más, resulta injusto que sigan colgándose del presupuesto para alcanzar poder y servirse de él, como si se tratase de un patrimonio personal, familiar o grupo de interés. Desde luego que la influencia alcanzada incluye los grandes negocios cuyas ganancias resultan infinitamente superiores a las concebidas por la más afiebrada imaginación.
El sentido de la propuesta es evitar el despilfarro y el mal uso del dinero público, sobre todo durante las campañas, donde “está científicamente” comprobado que es utilizado entre otras cosas, para la compra de votos por diversos medios, el golpeteo de manera sucia a los adversarios, (o la adquisición de los mismos cuando se prestan para ser alcahuetes), y hasta la falsa comprobación de gastos que van a parar a bolsillos particulares.
Al margen de esto, es lamentable (por las mentadas que provoca), que al final de los procesos electorales toda la propaganda se convierta en basura, como si se tratara de productos desechables sin ningún beneficio social. Sea que ni a autoridades ni a partidos les importa reciclar lo que pudiera ser útil. ¡Claro!, entonces no sería negocio particular.
Esto de reducir financiamiento público a los partidos es anhelo largamente acariciado por los contribuyentes, como lo es también la promesa de disminuir la cantidad de diputados federales, es decir, eliminar los llamados “de partido” o “plurinominales” que desde los tiempos de López Portillo venimos padeciendo con enorme gasto para la nación.
Si AMLO cumpliera dicha promesa de campaña, nos sacudiríamos de golpe a doscientos “pluris” que desde entonces solo significan una especie de dádiva para mantener el equilibrio político. (Algunos lo llaman complicidad). Es la misma situación de los senadores cuya cantidad se incrementó a partir del 96, cuando Ernesto Zedillo reformó la ley electoral. Antes solo se elegían 64 por mayoría relativa. Ahora a estos se agregan 32 de primera minoría y la misma cantidad de representación proporcional dando un total de 128 de los cuales buena parte sirven “pa ́ maldita la cosa”. Y ni modo que sea invento.
CONTRA LOS PULPOS
Otra de las iniciativas enviadas por AMLO a los diputados, está relacionada con la reforma energética realizada por el anterior régimen para favorecer a grandes empresas trasnacionales. Tema que levanta polvo entre los grupos conservadores considerando los grandes intereses económicos de por medio.
Como sabéis, los gobiernos neoliberales se dedicaron a destruir la infraestructura del ramo, en especial las plantas de la CFE, justo para que los pulpos internacionales se apoderaran del mercado, lo cual sucedió con gran daño para el país, pretextando el uso de energías “limpias” para justificar la privatización.
Ahora se pretende rescatar tal infraestructura y revisar los contratos leoninos sobre la materia, “mediante los cuales se otorgó plena cobertura legal a la política neoliberal o neo porfirista de privatización de las empresas públicas para despojar a los mexicanos de la riqueza petrolera y de la industria eléctrica nacional”, según señalan los considerandos al respecto. Y se agrega: “todo se tradujo a negocios lucrativos por parte de empresas particulares y autoridades corruptas”.
Por otra parte, en el escándalo relacionado con los 48 mil millones de pesos intervenidos por el gobierno de Andorra, salieron a relucir los nombres de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en razón de que esta fuga monetaria se registró durante sus mandatos y no solo eso, sino que al parecer pertenecen a empresarios y políticos cercanos a ellos. Será cuestión de que el penoso asunto se aclare, mientras tanto el régimen de la 4T hará esfuerzos porque tales dineros retornen a México, según ha dicho doña Olga Sánchez Cordero, aunque lo mero bueno sería que a los tales ex presidentes se les terminara la impunidad, digo yo.
SUCEDE QUE
Si PRI y PAN son lo mismo, ¿por qué se casan por bienes separados?.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA