-Casi el 80% del gas del que dispone México, se compra a Estados Unidos, principalmente a Texas, que es el líder de producción de petróleo y gas en ese país.
-Las heladas de la última semana afectaron la producción del gas natural de Texas, pues sus instalaciones y ductos, se congelaron, millones se quedaron sin luz en ese estado y el precio del poco que había disponible se disparó hasta 5000%.
-En México sí hay gas natural que podría extraerse y que de hecho ya extrae Pemex, aunque en los últimos años la producción ha ido a la baja: en 2009 se produjeron 7,031 millones de pies cúbicos diarios de gas natural y el año pasado 4,852.
-Pemex obtiene más ganancias produciendo barriles de petróleo que gas natural, que además en condiciones normales -sin heladas de por medio- Texas vende al precio más bajo del mundo.
-Gran parte del potencia de gas en México, se encuentra en Tamaulipas, en la Cuenca de Burgos, pero para explotarlo, es necesario usar el fracking, que está prohibido en México.
-Sumado a eso, México solo tiene tres terminales de almacenamiento de gas: una en Altamira, otra en Manzanillo, y una más en Ensenada, que en conjunto tienen capacidad para almacenar cinco días.
TAMAULIPAS.- El desabasto de gas que sufre México, derivado de la crisis histórica que sufre el estado de Texas, pone otra vez la mira de los especialistas en el potencial de la Cuenca de Burgos, virtualmente paralizada desde hace casi un lustro.
El aumento en la dependencia del país a las importaciones de gas desde Texas coincide con el abandono de una zona en la que Pemex llegó a invertir casi 7 mil millones de dólares, pero cuya riqueza no ha podido explotarse en toda su dimensión.
Y que según las últimas ofertas, tiene una producción prospectiva de 454 millones de millones de pies cúbicos.
Apenas el año pasado, se supo que Pemex tenía problemas para mantenerse en operación en la región, por no poder pagar los contratos a las empresas que trabajan para la paraestatal en esa región.
También en el 2020, la compañía petrolera española Repsol renunció de manera anticipada a la exploración y explotación de un bloque en la Cuenca de Burgos que había ganado durante las rondas petroleras realizadas por la pasada administración.
Dejó en el aire una superficie aproximada de 403.48 kilómetros cuadrados, equivalente al 49.6 por ciento de la superficie del área Contractual, que es de 813.78 kilómetros cuadrados.
Antes, había sido Pantera, una compañía canadiense, la que renunció a la mitad de un campo de gas, ubicado en territorio tamaulipeco, mismo que había ganado en la ronda 2.2.
La caída en la producción de Burgos, ha contribuido al desplome en la explotación nacional de gas, y a su vez ha derivado en una dependencia cada vez mayor del gas proveniente de Estados Unidos, sobre todo del de Texas.
La explicación parece sencilla: México recurre a ese mercado porque el precio habitualmente es de la mitad de lo que le costaría a Pemex extraer gas de la Cuenca de Burgos.
Ello ha derivado en una caída sustancial de la producción en México: en 2009 se produjeron 7,031 millones de pies cúbicos diarios de gas natural; para el 2020 la cifra bajó a 4,852, lo que significa una reducción del 30%.
Al mismo tiempo se ha ido multiplicando la dependencia del gas natural para generar energía: en el 200, el 20% de la electricidad se producía con gas natural; para el 2020 el porcentaje subió al 60%.
Mientras que en la última década, entraron en operación 7 de las 24 conexiones de gas natural entre México y EE.UU., siendo Texas el estado con el que más se conecta, con 15 tomas, nueve de ellas en Tamaulipas.
Al mismo tiempo, se estima que México solo tiene capacidad para almacenar cinco días de reserva de gas natural, a través de tres terminales, una de ellas ubicada en el puerto de Altamira, a donde en días recientes arribó uno de los buques cargados de gas comprados por el Gobierno federal.
“Cuando tienes esta dependencia, tienes un problema muy grave. No empezó ayer, por lo que era previsible que en cualquier momento pudiera ocurrir un tema de estos (…) Es un problema de seguridad nacional que todavía no se ha podido abordar”, expresó el especialista Francisco Ortiz.
¿Fracking necesario?
El gran problema de la Cuenca de Burgos es que para explotar todo su potencial de gas, tendría que recurrirse a una práctica polémica, que en Estados Unidos se ha extendido de manera natural, pero en México está prohibida: el fracking.
Esta técnica, conocida también como fractura hidráulica, consiste una perforación profunda del suelo, y la inyección a alta presión de grandes cantidades de agua con diferentes sustancias para poder traspasar la roca y liberar el gas, lo que a decir de múltiples organismos ecologistas, representa un grave riesgo para el medio ambiente.
Esa es una de las principales razones por las que la administración de Andrés Manuel López Obrador decidió suspender las rondas 3.2 y 3.3 de la reforma energética, que estaban enfocadas sobre todo en la Cuenca de Burgos y el uso de la fractura hidráulica.
En la ronda 3.2 se ofertaron 37 áreas contractuales bajo la modalidad de licencia. Los campos se ubicaban en la Cuenca de Burgos (21), Tampico- Misantla-Veracruz (9) y Cuencas del Sureste (7).
En el 2018 la Federación y el gobierno de Tamaulipas abrieron el concurso para la ronda 3.3. Ésta era la primera vez que en México se ofrecían nueve campos con yacimientos no convencionales, para los que es necesario utilizar el método de extracción fracking.
De esta última ronda, cinco campos se ubican en Burgos, 2 en Méndez, 1 en San Fernando y 1 en Cruillas. De acuerdo con la Comisión Estatal de Energía de Tamaulipas, el impacto económico llegaría a San Carlos y San Nicolás.
Los fallos de los 46 contratos fueron aplazados de septiembre de 2018 a febrero de 2019 hasta que finalmente fueron cancelados por el gobierno federal.
La prospectiva de la Cuenca de Burgos es actualmente de 454 millones de millones de pies cúbicos y la obtención del gas mediante fractura hidráulica es del orden de 500 a mil metros.
Un reporte de la analista especializada S&P Global Platts, advirtió que la disminución de la producción de gas en México coincidió con el aumento del consumo interno de gas debido a la creciente generación de energía con base en este combustible, las nuevas fábricas y los precios favorables Estados Unidos.
Esto derivó en un rápido aumento de las importaciones de gas natural a través de gasoductos y como gas natural licuado.
En 2019, S&P Global Platts señaló que esta creciente dependencia del gas natural importado, hacía que México fuera uno de los pocos países del mundo que depende de solo un estado para las importaciones de gas, dejando expuesto el suministro de energía a la estrategia de exportación de Estados Unidos.
El documento aseguraba que la fracturación hidráulica elevaría la producción nacional de manera significativa, aliviando la dependencia del país de las importaciones de gas natural. Y añadió que la técnica alteró drásticamente el balance energético de Estados Unidos, llevándolo de un país que depende en gran medida de Oriente Medio para sus necesidades energéticas, a una potencia de petróleo y gas.
Inversiones fluyen lento
Apenas la semana pasada, el órgano de gobierno de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, autorizó a Servicios Múltiples de Burgos, la inversión de 7.32 millones de dólares, para la perforación de dos pozos en la Cuenca de Burgos a 13 kilómetros al noroeste de Reynosa.
En ese lugar, el operador considera realizar estudios estratigráficos y petrofísicos, así como la perforación de los pozos Forcado-1EXP y Huasteca-1Exp durante los primeros cuatro meses de este año.
El área contractual, se localiza en la porción terrestre de la provincia petrolera y geológica Cuenca de Burgos y se conforma de dos polígonos, delimitados al norte por la línea fronteriza con Estados Unidos.
Servicios Múltiples de Burgos, había considerado invertir 2.88 millones de dólares en la perforación de dichos pozos en 2020, pero debido a que esto no se llevó a cabo, trasladaron ese presupuesto para este 2021.
El Comisionado Rodrigo Hernández, comentó que el programa de trabajo presentado por el operador, se encuentra alineado a las actividades descritas en el plan aprobado y el presupuesto es razonable, puesto que los costos presentados, permiten llevar a cabo las actividades descritas en el plan de trabajo para este año.
En el pozo Huasteca-1Exp, aprobado el mes de agosto del año pasado, Servicios Múltiples de Burgos, estima encontrar un recurso prospectivo de 18.69 mil millones de pies cúbicos de gas húmedo.
En tanto que en el pozo Forcado-1Exp, aprobado el 30 de abril del 2020, el recurso prospectivo se estima en 31.1 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
POR: EXPRESO DIGITAL