ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Una muñeca de Rosita Fresita, una hada, un oso de peluche, una pelota de tenis, dos carritos y dos paletas de dulce fueron colocadas por los vecinos como ofrenda a Alexis de 8 años y a Mónica de 5 años.
Para ella, colocaron un ramo de flores y prendieron otras tres veladoras pidiendo por el descanso de su alma en este improvisado altar que han colocado en la banqueta.
Hoy, justo hace una semana fueron encontrados degollados junto a su madre Rosa Angélica al interior de su propio hogar, situado en la calle Navarra del Fraccionamiento Haciendas II de Altamira.
Aún están en la orilla del minúsculo balcón y de la reja de protección, unas prendas de ropa de los menores que fueron colocadas para que se secaran.
La petición de los vecinos y personas allegadas es la misma: justicia para ella y sus hijos.
Don Alfonso González residente de Municipios Libres y vecino de la familia de Rosa Angélica desde hace 24 años, señala con la voz quebrada que piden justicia para ella y sus hijos.
Cuando se enteró que habían detenido a Wiliam Gabriel “M” que fue presentado por la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas como implicado en el triple crimen, refiere que sintió un “ligero alivio” en el corazón aunque dijo, que es muy difícil de aceptar lo que le sucedió.
“Era una muchacha muy trabajadora, se dedicaba a sus hijos” expresó.
Como Don Alfonso, muchas voces se han alzado pidiendo justicia ante este triple crimen.
Las cifras son frías, de acuerdo al REDIM (Red por los Derechos de la Infancia en México) en promedio cada día se asesina a 3 menores de edad.
Mientras que al día en promedio, matan a 10 mujeres en este país .
POR Silvia Mejía Elías / La Razón