Pelearon junto
a Pancho Villa
Tras la derrota en la primer batalla de Celaya, Villa pidió refuerzos a los carreristas que se batían en Tamaulipas y San Luis, llegando en los días posteriores Carrera y Saturnino Cedillo.
El telegrafista de Carrera señalaría que todos esos lugares de bajío los recorrieron a caballo, saliendo de Silao por toda la sierra, pasando por Marfil a Guanajuato, San Felipe, para después acercarse a Celaya.
Sobre la presencia de nuestros paisanos en la segunda batalla de Celaya, el historiador Paco Taibo escribiría:
“[…] las tropas villistas que participarían en la segunda batalla son exageradas. Obregón, García y Sánchez Lamego hablan de 30 mil hombres. La realidad es que tras la primera batalla, Villa tenía en Irapuato unos nueve mil hombres, una vez que se reunieron los dispersos, y a ellos sumaría los refuerzos de San Luis Potosí con Carrera Torres y Cedillo, por lo que sumaban entre 14 y 15 mil hombres”.
Taibo añade en su libro que: Al amanecer del día 15 de abril de 1915, Villa envió a la extrema derecha del frente, reforzando a la Brigada Guerrero, una columna de caballería dirigida por Baudelio Uribe y dos baterías. La ofensiva en la margen del río iba ganando terreno. Se combatía en toda la línea nuevamente. Tras las cargas de caballería avanzó la infantería. En la retaguardia avanzaba Natera. Eran las ocho de la mañana. Entonces los defensores atacaron en la zona Norte, que ocupaban las tropas de Cedillo y Francisco Carrera Torres “los potosinos”. Un contraataque de la caballería Villista les hizo 300 muertos.
CD. VICTORIA, TAMAULIPAS.- Francisco Sulpicio Carrera Torres nació en Tula, Tamaulipas, el 29 de enero de 1892. Sus padres fueron don Candelario Carrera Muñoz y doña Juana Torres Villanueva. Tuvo varios hermanos: Alberto, Eutiquio, Fausto, Antonio, Benito y Juana Carrera Torres.
En 1910 fue de los primeros tamaulipecos en levantarse en armas, empresa en la que estuvo siempre bajo el mando de su hermano Alberto. Estuvo presente en la toma de Tula en 1911.
En 1913 volvió a las armas tras el derrocamiento de don Francisco I. Madero, incorporándose junto a su hermano Alberto, al ejército Constitucionalista de don Venustiano Carranza. Junto a sus tropas combatieron en todo el suroeste tamaulipeco, extendiendo su influencia hasta el oriente potosino y el sur de Nuevo León.
Fue gobernador
de San Luis Potosí
Don Gonzalo N. Santos en sus memorias reseña que el 20 de julio de 1914, después que los carrancistas tomaron la capital potosina, Alberto Carrera Torres ungió a su hermano Pancho Carrera como gobernador interino de San Luis Potosí, cargo en el que sólo estaría un día, pues don Jesús Carranza nombró a otro en su lugar.
Tras la ruptura revolucionaria a fines de 1914, los hermanos Carrera Torres apoyaron a la Convención de Aguascalientes. Pancho Carrera inmediatamente nombró al general Sidronio Méndez como su representante en esa asamblea revolucionaria. A mediados de enero de 1915 lo sustituyó por el coronel Miguel C. Zamora.
Ese año fue muy violento, pues la lucha ya era entre los revolucionarios. El 13 de abril de 1915 el general Francisco Villa, quien avanzaba sobre Celaya para combatir a Álvaro Obregón, llevó en su ala izquierda a los contingentes del tamaulipeco Francisco S. Carrera Torres, quien junto a su amigo Saturnino Cedillo tuvo mucho trabajo durante esos combates que decidieron el futuro de México.
Formaban parte del Estado Mayor de Francisco Carrera: el coronel Alberto Alfaro, el mayor Jorge Jiménez, el capitán Villarreal, el teniente coronel Macario López, y los capitanes Arce y Alcántara.
Anduvo a
salto de mata
Derrotado el villismo, el 25 de diciembre de 1915 su hermano Alberto le entregó el mando de sus tropas, pues se sentía enfermo, rindiéndose al gobierno carrancista poco después.
Pancho Carrera por su parte siguió a salto de mata unos días más, pero también se rindió en enero de 1916 por órdenes de su hermano Alberto. El lugar pactado con el gobierno fue un rancho conocido como “Carrizalillo”, municipio de Moctezuma, San Luis Potosí. Lo acompañaban su Estado Mayor, su mamá, la señora Juana Torres; su hermano, el mayor Antonio Carrera; su primo, el teniente coronel Eufrasio Carrera Alfaro; su medio hermano Prudencio Carrera, y su hermano pequeño Benito Carrera Torres.
El mayor Gaspar de la Garza Ruiz dispuso que los prisioneros fueran conducidos al ingenio de Agua Nueva, de donde partirían en un carro caja del ferrocarril a Tampico; donde serían entregados al general Emiliano P. Nafarrete, quien dispuso que no teniendo los niños Benito Carrera y Ramón Márquez Valle el carácter de detenidos, podían salir a la calle.
El 11 de enero fueron embarcados de Tampico rumbo al norte, en un coche agregado al tren de pasajeros Tampico-Monterrey, los hermanos Carrera Torres, con excepción de don Alberto y de los miembros del Estado Mayor de don Francisco.
En estación Osorio, municipio de Xicoténcatl, los esperaba su hermano Eutiquio Carrera con coches tirados por caballos. De ahí siguieron a Tula.
En esa ciudad del altiplano tamaulipeco sostuvieron una junta con Magdaleno y Saturnino Cedillo, y otros jefes, acordando esperar noticias sobre el futuro de Alberto Carrera, para normar su actitud.
El fusilamiento de Alberto caló muy hondo en Francisco, pues se había rendido amnistiado y no lo respetaron. Eso desencadenó de nueva cuenta la violencia. El 26 de mayo de 1917 Pancho atacó el tren en la estación de Santa Engracia, muriendo el fiel coronel carrerista Pedro Ruiz Molina.
Junto a Saturnino Cedillo deambulo por las sierras tamaulipecas, potosinas y neoleonesas, en una condición totalmente deplorable, atacando pueblos con escaza vigilancia militar, pasando hambre y falta de vestuario. En el sur de Tamaulipas se les conoció como “los garreros”.
En julio de 1918 Francisco se dirigió al gobernador Andrés Osuna Hinojosa, proponiéndole rendirse, en virtud de que él se había levantado en armas contra el general Caballero, y como don Luis también se hallaba de rebelde contra Carranza en esos días, quería negociar un armisticio.
Se une al plan
de Agua Prieta
En 1920 se adhirió al gobierno aguaprietista; esto permitió que con el tiempo llegara a ser general de división con antigüedad de 1º de febrero de 1930, y Jefe de Operaciones de San Luis Potosí, entidad que gobernó en su juventud y en la que llegó a tener mucho poder, más que en su propio Estado.
En el ámbito personal, Pancho Carrera se casó con la joven Ana María Márquez Valle, con quien procreó a María Guadalupe, Ángel y Candelario Carrera Márquez. El matrimonio vivió en la calle Juan de Oñate #113 de la colonia del Valle, en la ciudad de San Luis Potosí.
Al parecer tuvo otra relación con Consuelo Rodarte Heredia, con quien procreó en 1942 a la niña Consuelo Carrera Rodarte.
El 20 de junio de 1937 el profesor Aurelio Manrique Jr., director de la Biblioteca Nacional, afirmaba en un mitin político en la alameda de San Luis, que don Pancho Carrera, Jefe de la Zona Militar, había comprado en sesenta mil pesos la presa de Mesquitic, cuyo costo había sido de medio millón de pesos. Un grupo de treinta pistoleros cedillistas lo derribaron y lo rapan de la barba y de las cejas, tusándole el cabello y el bigote.
No siguió a su compadre Saturnino
Cuando su fiel amigo de juventud y andanzas, Saturnino Cedillo, se sublevó contra el presidente Lázaro Cárdenas en 1938, contrario a los que muchos esperaban, Francisco
Carrera permaneció al margen, pues fue enviado a la zona militar de Oaxaca ante el temor de que se le uniera.
Sobre esta época, don Gonzalo N. Santos, quien asumiría el cacicazgo potosino a lo muerte de Cedillo, diría: “[…] Tomamos la carretera San Luis Potosí-Ciudad del Maíz-Antiguo Morelos, que Cedillo había hecho construir por desiertos y que sólo tenía como objeto ligar la ciudad de San Luis Potosí con las colonias agrícolas militares que él formó al triunfo del obregonismo, con su rancho de Palomas y con Nuevo y Antiguo Morelos en Tamaulipas, donde el general Francisco Carrera Torres creía tener influencia, pero nunca llego a tener ninguna, ni siquiera para poner los presidentes municipales de esos dos pueblos”.
Murió en San Luis
Francisco Carrera Torres murió de una enfermedad coronaria en la capital potosina, a las once de la noche del 19 de mayo de 1960. Fue sepultado en el panteón del Saucito en esa misma ciudad.
El 21 de agosto de 1996, falleció de causas naturales en la ciudad de San Luis su viuda Ana María Márquez Valle, tenía 94 años de edad. Su muerte en Tamaulipas pasó desapercibida, pese a haber sido la esposa de uno de los generales revolucionarios más afamados que hubo en la entidad.
Por Marvin Huerta Márquez
EXPRESO-LA RAZON
FOTO: Archivo/Expreso-La Razón