CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Hasta un 40 por ciento se han disparado los insumos para sembrar la tierra, por los incrementos que registran semillas, fertilizantes, plaguicidas y combustibles, lo cual agrava la crisis al campo y dejará sin sembrar 300 mil hectáreas en el presente ciclo agrícola.
Informes de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), advierten que en los últimos tres años dentro del ciclo de siembra otoño invierno, se había cubierto una superficie de 850 mil hectáreas de cultivos como: sorgo, maíz, soya entre otros.
Este ciclo agrícola otoño invierno 2020-2021, la SADER informó que se programaron 750 mil hectáreas de siembra, 100 mil menos que en años anteriores, pero, factores como la sequía, falta de agua, heladas y falta de recursos apenas permitieron sembrar más de 550 mil, por lo que se estima que 300 mil se quedaron sin producir.
Rubén Chapa Garza, presidente de usuarios Amistad-Falcón, del Distrito de Riego 025, advierte que debido a la falta de agua y recursos solo han logrado sembrar más de 100 mil hectáreas de las 202 mil que conforman esta región agrícola.
“Los daños y falta de apoyos gubernamentales provocan que los productores no tengan dinero para trabajar la tierra por los aumentos que registran los insumos y la falta de agua”.
Dijo que el problema no solo son los incrementos en precios de insumos y costo de producción, ya que son diversos factores que tienen en crisis al campo tamaulipeco y del país.
DE 7 MIL A 9 MIL PESOS CUESTA SEMBRAR UNA HECTÁREAS
Raúl García Vallejo, Presidente de la Liga de Comunidades Agrarias en Tamaulipas, dijo que cada vez cuesta más caro sembrar la tierra y más sin ningún tipo de apoyo gubernamental.
Dijo que actualmente sembrar una hectárea de sorgo tiene un costo de entre los 7 mil a los 9 mil pesos, dependiendo si es temporal o de riego.
Hace tres años costaba 40 por
ciento menos sembrar la tierra ya que contaba con apoyo del Programa de Apoyo a la Agricultura (PROAGRO, antes PROCAMPO), donde cada productor recibía 965 pesos por hectárea de apoyo lo que les permitía disminuir costos, pero además recibían ahorros en semilla mejorada, ya que se entregaba subsidios para su compra, así como fertilizantes.
“Lo mismo ocurre con el cultivo del maíz, donde sembrar una hectárea actualmente tiene un costo de 7 mil 934 pesos a casi 9 mil pesos, dependiendo si se trata de una superficie de temporal o de riego agrícola, ya que en la segunda tiene que pagar una cuota por el agua y a una persona que ayude a regar, lo que aumenta los costos”, dijo.
A todo ello se suma la cancelación de programas de apoyo como seguro catastrófico y seguro agrícola, donde en el primero el gobierno entregaba un subsidio del 100 por ciento y en segundo apoyaba con un 75 por ciento del costo.
Se también el gobierno federal eliminó el subsidio al diésel que es un combustible esencial para poder mover la maquinaria agrícola que ayuda a sembrar y recolectar las cosechas.
QUEMAN TOMATE Y CEBOLLA; FALTA PRECIO
A pesar de ser productos esenciales en las cocinas de todo México, los productores de cebolla y tomate pasan por una de las peores crisis por la caída del precio, donde algunos decidieron mejor tirar su producción por lo incosteable que resultaba levantar la cosecha.
Héctor Alvineda Martínez, productor de tomate del municipio de Mante, indicó que el bajo precio de esta verdura origino que mejor optara por destruir la cosecha luego de que resultaba más caro levantarla que venderla.
En esta temporada se tuvieron que quemar 50 hectáreas que normalmente producen mil 500 toneladas de tomate, debido a la caída del precio, luego de que se intentaba pagarle poco más de un peso el kilo, cuando cosecharla le costaba el doble.
En el sur del estado algunos productores de González y Altamira, también sufrieron importantes pérdidas por el bajo precio que registra la cebolla, al cancelarse pedidos para exportación.
Los cierres que registraron restaurantes en Estados Unidos por la pandemia, provocó que bajara la demanda de esos productos alimenticios, por lo que no pudo enviarse la producción de cebolla al vecino país del norte como se hacía anteriormente.
Muchos de ellos decidieron vender a diferentes ciudades a bajo precio con la finalidad de sacar parte de la inversión que se realizó y recuperar parte de los gastos.
POR ANTONIO DE LA CRUZ