La reacción habitual de los militantes de Morena cuando las postulaciones de candidatos a puestos de elección popular o de las decisiones cupulares que no les parecen es la de la rabieta y la escandalera, sin embargo, en el reciente proceso de selección de los aspirantes a diputados federales, locales, alcaldes y regidores de Tamaulipas, los morenistas adoptaron una posición increíble, acataron los resultados de las encuestas con las que se resolvieron las candidaturas.
Y los que no las aceptaron, esta vez no salieron a la calle a protestar y a rasgarse las vestiduras ante las cámaras y micrófonos de los medios de comunicación, impugnaron los resultados oficiales ante las instancias legales y, aunque parezca mentira, respetaron las resoluciones, no se sabe si por motivos de civilidad o de resignación, actitud que no es común en las filas de la Cuarta Transformación.
Otra situación que se veía venir es que, a consecuencia de la polarización de las simpatías ciudadanas entre los candidatos del PAN y de la 4T, los partidos políticos minoritarios, particularmente lo de reciente creación, como son las Redes Sociales Progresistas, el PES y Fuerza por México, no tienen de otra que sumarse al Movimiento Regeneración Nacional o a la alianza Va por México, si quieren sobrevivir, de lo contrario deben de prepararse para lo peor.
El acaparamiento de las simpatías electorales por las agrupaciones mayoritarias de la izquierda y la derecha luce tan marcada que, hasta los partidos medianos, como el Verde Ecologista, el Partido del Trabajo y el propio PRI, este en los Estados en los que participa sólo, podrían verse en dificultades y apuros para alcanzar el 3 por ciento de las votaciones, mínimo legal que se necesita para conservar la vigencia como miembros activos del régimen partidista.
En cambio, los que, a 23 días de la elección del 6 de junio, siguen de punteros de las encuestas y al mismo tiempo como favoritos para lograr la reelección son los alcaldes de Tampico, Chucho Nader, y de ciudad Madero, Adrián Oseguera kernion, el primero de Acción Nacional y el segundo del partido de López Obrador.
Aunque en el del puerto jaibo los recorridos de la candidata del Movimiento Regeneración Nacional, Olga Sosa Ruiz, sorprende el entusiasmo que la abanderada guinda está causando entre los votantes, entusiasmo que no es usual en las caminatas de los opositores, en las que, por cierto, se ve a muchos priistas que seguramente saben que el tricolor seguirá en la lona con todo y Paloma Guillén Vicente, y que por ese motivo no hay que perder de vista.
Como aquí, en la urbe petrolera AOK luce muy fuerte. Con un adversario de menor peso, el alcalde con licencia sigue firme como el contendiente que, a decir de los sondeos de opinión, tiene de su lado a las preferencias populares. Llama asimismo la atención que, a pesar de que es de izquierda, no solamente tiene asegurado respaldo de las clases necesitadas, sino también de comerciantes y empresarios. El aspirante del partido de AMLO a la alcaldía maderense recibió ayer el apoyo de la CANACO y la CECOTUR, organizaciones que sin vacilaciones expresaron públicamente que han resuelto apostarle al proyecto obradorista.
La buena noticia, por otra parte, es que la mitad de las entidades federativas de la República han pasado al semáforo epidémico verde. Después de un año de pasarla entre el rojo, el anaranjado y el amarillo, finalmente llegaron al color con menor incidencia de contagios del coronavirus.
La mala es que Tamaulipas aún sigue en amarillo.
En asuntos de otra índole, el gobierno de México envió una nota diplomática al de los Estados Unidos para que informe de los fondos que agencias estadounidenses otorgan a la organización “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad” que maneja Claudio X. González, ya que de comprobarse que una institución extranjera financie a actores políticos de nuestro país constituye una injerencia que viola la constitución igual que las relaciones de respeto mutuo y no intervención en los asuntos internos del otro.
Será interesante conocer la respuesta en vísperas de la visita que el mes entrante hará a México la vicepresidente de los EE. UU., Kamala Harris, que viene, entre otras cosas, a mejorar las relaciones bilaterales y a restañar las heridas causadas por las atrocidades del gobierno de Donald Trump que no bajaba de delincuentes a los ilegales mexicanos que a diario cruzan la frontera en busca de empleo y de mejores condiciones de vida en Gringolandia.
Por José Luis Hernández Chávez
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