TAMAULIPAS.- A menos de tres semanas de la elección, la competencia se ha ido convirtiendo poco a poco en una especie de plebiscito en el que millones de mexicanos saldrán a decidir si están de acuerdo con las políticas públicas de Morena y el rumbo que han dado al país, o quieren arrebatarle el poder.
Por eso, en casi todos los casos, la contienda se limita a dos posibilidades reales: la de los partidos que se alinean bajo el concepto de la cuarta transformación, y la oposición que aún a falta de acuerdos formales, ha encontrado canales para unirse en un solo bloque.
Por eso, las encuestas se han ido cerrando y la mayoría calificada para Morena se ve cada vez más lejana, incluso la mayoría simple para ellos ahora está en la cuerda floja.
En todo el país empezarán a repetirse decisiones como la de Ricardo Bours, el candidato a la gubernatura de Sobora por Movimiento Ciudadano, que iba en tercer lugar en las encuestas, y ayer declinó en favor del candidato del PRI-PAN-PRD, Ernesto Gándara Camou.
Muchos empiezan a olfatear la debilidad de Morena, que atraviesa en este momento la crisis más grave desde que López Obrador llegó a la Presidencia. Últimamente nada les sale bien. Ese escenario de polarización presagia para Tamaulipas resultados muy cerrados.
Salvo dos o tres casos que ya se han mencionado con insistencia, difícilmente habrá palizas en la competencia por las alcaldías o por las diputaciones.
Las nueve curules federales que están en juego son fundamentales para la oposición que busca a toda costa frenar la arrolladora morenista. Pero también para la cuarta transformación se ha convertido en un asunto primordial mantener la mayoría.
En estos momentos, acaso más importante que ganar las gubernaturas, sea el control del presupuesto para lo que queda del sexenio. Ahora bien, con lo grises que han resultado las campañas federales en la entidad, parece evidente que los electores tamaulipecos irán a las urnas y emitirán su voto por los partidos y no por los candidatos.
Salvo dos o tres que se han tomado en serio su papel, los demás bogan sin más rumbo que el impulso del presidente López Obrador en el caso de los de Morena, o del gobernador y los alcaldes que correspondan, en el caso de los de Acción Nacional.
Podría sacarse de ese costal a candidatos como Gerardo Peña y Oscar Almaraz del PAN, o el morenista Erasmo González que busca a toda costa mantenerse en San Lázaro.
Pero al resto, solo les queda confiar en que el ánimo de los votantes para el 6 de junio, favorezca a los proyectos políticos que mal representan. Por ejemplo, vale la pena preguntarse por el paradero de Joaquín Hernández Correa del PAN o Eduardo Hernández Chavarría de Morena.
Hasta de Rosa María González Azcárraga, a quien la candidatura le cayó de rebote. Otro caso digno de análisis es el de Gerardo Illoldi, un joven que se sacó la lotería con la candidatura conjunta “Juntos haremos historia” para el distrito V, y a juzgar por su campaña, parece que no la quería.
En su afán por venderse como un candidato diferente, lo único que ha conseguido es invisibilizarse. Y tanto a Morena como al PT, empieza a molestarles la distancia que ha puesto de por medio.
En fin, si alguien los ha visto, recuérdeles que la elección es dentro de 20 días.
CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021