La elección de hoy es la más importante en la historia reciente del país porque se juega la reconfiguración política de los congresos estatales, de la cámara de diputados y 15 gubernaturas, la mitad de los 33 estados que conforman a la República.
Pero hay algo mucho más importante en el aire: el futuro del país y particularmente de Tamaulipas.
Esta será también la primera prueba de fuego que tendrá que enfrentar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su 4T, su futuro para los próximos tres años del sexenio y su permanencia en el poder por lo menos hasta el 2024.
Las elecciones del domingo serán un laboratorio donde se pondrán a prueba todos los experimentos de los partidos políticos para demostrar si sus formulas son efectivas en los próximos procesos electorales.
Veremos si para el propósito de afianzarse en el poder han servido de algo las cifras multimillonarias destinadas a financiar el padrón de beneficiarios de todos los programas sociales y la entrega directa de dinero que actualmente realiza el gobierno de la 4T como los apoyos a los adultos mayores, la beca Benito Juárez, el programa “Jóvenes construyendo el futuro” entre otros.
Se probará la efectividad de cada uno de los programas y si en realidad se produjo la relación clientelar propia de las más viejas prácticas de la política mexicana.
Esta por verse si las alianzas entre partidos, directas o indirectas, se reflejan en los resultados electorales , como lo pretenden PRI, PAN y secuaces o el PVEM con Morena y demás socios, sobre todo en la correlación de fuerzas en la Camara de Diputados, tan importante para aterrizar políticas de largo alcance.
Ya se sabrá si en realidad existen las alianzas y lealtades en el día D, o si las traiciones pegarán como olas cuando de disparar presupuesto a diestra y siniestra se trate.
La fuerza que muestran al menos en las encuestas algunos candidatos del frente formado por el PAN, el PRI y los restos del PRD se demostrará frente a la efervescencia de Morena como partido en franco crecimiento con todo y sus taras de origen.
Se sabrá hasta donde podrá llegar lo que hasta ahora ha sido un mini partido, Movimiento Ciudadano, para capitalizar el descontento de un electorado que harto de los partidos longevos por sus incongruencias y constantes mutaciones, ven en el naranja una mueva opción tal como se refleja en los estados.
Hasta el momento y antes de esta elección las únicas fuerzas políticas reales son las del PAN y de Morena. El PRI, desde 2018 intenta revivir de las cenizas con una lenta recuperación y reconfiguración de su militancia y quien sabe si lo logre.
Y el PRD desde su agonía y sin el registro en muchos estados del país, tratará de salvar el poco capital político que le queda, reducido a unas cuántas tribus de Edomex y de la CDMX.
Para AMLO y Morena es el todo por el todo, y para el PAN es tal vezla oportunidad de demostrar que son la única y verdadera oposición de todo México.
Y sobre todo, indicará el lado por el cuál se inclinará la balanza hasta el momento más inclinada hacia el bando de las huestes obradoristas.
Sólo algo queda garantizado antes y después de este proceso electoral: la polarización social de México continuará y la lucha de extremos perdurará al menos hasta la próxima elección presidencial, en 2024.
Victoria: el epicentro
La batalla por Victoria es la más fuerte y feroz de todo el estado. Incluso en Nuevo Laredo con dos candidatas de peso, Carmen Lilia Cantu Rosas por Lorena y porel bando panista con Yahleel Abdalá a la cabeza, mantienen la serenidad.
En la capital tamaulipeca los ánimos se crisparon desde un inicio con la lluvia de lodo entre panistas y morenistas hasta llegar a extremos como la violencia política de género y escandalosos señalamientos sobre la vida privada. sin sustento por cierto.
Todo se ha dicho al respecto: si ganan los panistas o los morenistas, si será una elección de voto cruzado, si será un empate técnico y si influyen para beneficio o como lastre la fuerza de figuras nacionales o la desgracia de otras más locales.
Lo cierto es que tras conocer el resultado en las próximas horas, Victoria necesita certeza y unidad para dar la vuelta a la página y resolver toda la lista de pendientes que tanto afectan a todos los victorenses.
Y que la guerra intestina entre ambos bandos terminé por completo después de la jornada electoral.
Duelo de estructuras
Lejos quedaron los tiempos en Tamaulipas de operadores que obedecían a un solo partido, y de estructuras fieles por generaciones a un sistema hegemónico.
Al menos en la capital tamaulipeca hoy se sabrá quién es el operador u operadores que muevan el mayor número de personas para conseguir el voto.
Hasta el momento nombres como el de Arturo Soto Alemán y Oscar Almaraz Smer brillaban como las únicas luces dentro del Partido Acción Nacional para movilizar a las personas y dar su apoyo con miras a ganar la elección.
Y ambos, como buenos operadores no le restan importancia a la fuerza que en los últimos meses amasó Eduardo Gattas que también se movilizará por toda la ciudad.
Los operadores que en otros tiempos hacían de las suyas por el PRI para ganar los “carros completos” actualmente se encuentran en la desgracia, o impulsando la candidatura de Ricardo Gallardo en San Luis Potosí, o de plano en el ostracismo.
En sus marcas, listos, ¡Fuera!
Y mañana después de la medianoche, inicia en el estado la verdadera batalla campal: la sucesión en la gubernatura del estado.
Entre panistas, priistas y morenistas inician las movilizaciones, las manos alzadas de aquellos deseosos de participar como candidatos o como equipo de campaña.
Y el aumento de la tensión entre estado y Federación, mayor, peor de lo que ya hemos visto.
Twitter: pedroalfonso88