TAMAULIPAS.- Una de esas opciones ha sido la de los juegos de azar y las apuestas, sufriendo todo ello en su conjunto una evolución que ha venido de la mano del progreso de la humanidad. Para muestra, todo lo relacionado con los naipes, que va pasando de generación en generación.
Estableciendo un intervalo corto de unas pocas décadas, se observa como el juego físico ha ido dejando paso al interactivo, el cual cada vez tiene un mayor peso en el mercado global. Hace escasos años era común desplazarse a establecimientos físicos para el desarrollo de esta actividad. La utilización de tragaperras, como la mítica basada en frutas, era algo común en bares y otros lugares donde se colocaba un aparato de esta naturaleza. Este fenómeno tuvo un impacto a nivel global, que en estos momentos se ha refrendado aun más con el salto a la red de redes.
La nación azteca no ha sido ajena a este fenómeno global de reconversión del juego físico al online. En estos momentos, el uso más asiduo de tragamonedas en México se produce a través de las diferentes plataformas de juego que operan en el país a través de internet. Se ha llevado a cabo un cambio de modelo de negocio claro, motivado por todo lo que demandan los clientes en esta época de revolución tecnológica.
El impulso que ha supuesto las redes sociales en términos de comunicación, también ha ayudado a esta actividad a seguir creciendo. En estos momentos, gran parte de la población comparte a través de estas plataformas cualquier acción o situación que viva. Por ello, las plataformas de juego han visto conveniente, con un gran resultado, incorporar estas RRSS de manera simultánea con el producto que se elija. El resultado es sorprendente, ya que se da un nuevo giro de tuerca al juego online, al permitir al cliente compartir sus avances con amigos y conocidos, así como realizar partidas en tiempo real con todos ellos.
Es indudable la nueva dimensión que ha adquirido el sector del juego en estas últimas décadas. Una actividad ancestral que sigue gozando de una salud envidiable en todo el planeta. Todas las previsiones indican que seguirá estando de moda en un futuro cercano, aprovechando a la perfección todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y todos los progresos innovativos a los que se pueda adscribir.