PÁNUCO, VER.- Los 27 años de vida que su esposo dio como Policía a la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, no fueron suficientes para que el gobierno del Estado le brinde un apoyo digno a su viuda y sus dos menores hijos que padecen problemas de salud.
Esta es una de las tantas miles de historias que se dan a nivel nacional, con el destino final de muchos policías que dan su vida en una labor ingrata que constantemente es señalada y criticada por la sociedad, ya que se generaliza el mal actuar de muchos de estos funcionarios, cuando no debería ser así.
Por ello la señora Nadia Martina González Argüelles, con residencia en la colonia Edmundo Guzmán Neyra, destacó que el pasado cinco de diciembre del 2020, su marido que en vida respondía al nombre de Mario Ramírez San Juan, conocido en la corporación como “El Chuta” el cual falleció en cumplimiento de su labor, terminando contagiado del covid-19, en la ciudad de Orizaba.
Sin embargo la Secretaría de seguridad pública, sólo le pagó 20,000 para el traslado del cuerpo, los cuales tuvo que pagar de inmediato.
“Solo me dieron $20000 para el traslado los cuales los tuve que pagar en ese momento y prácticamente sólo me hicieron llegar al cuerpo hasta la casa, tuve que endeudarme con la funeraria y en el panteón para poderle darle cristiana sepultura”.
Comentó que de la fecha en que falleció su esposo hasta la actualidad, no ha recibido otra prestación que por ley le debe de otorgar esa dependencia Estatal como es lo correspondiente a la pensión.
Refirió que tampoco ha recibido el pago de una quincena; ni siquiera una despensa por parte del gobierno del estado, por eso se dirige directamente al gobernador del estado Cuitláhuac García Jiménez para que no se olvide que su marido fue un policía que le dio 27 años al Estado de Veracruz que trabajó que luchó y que no es justo que ahora les abandonen a ellos a su suerte.
Destacó que lamentablemente tiene dos menores hijos enfermos, y necesitan por fuerza llevar el tratamiento médico que permita sanarlos, el mayor de 8 años tiene asma y problemas en la tiroides y el más pequeño de 3 años displasia pulmonar.
Hizo alusión que en la tan mencionada secretaría de seguridad, la traen dando ” vueltas”, y no le dan una solución a su grave problemática, entonces ella lucha como pueblo lavando ropa ajena verdad de comida para sacar adelante a sus hijos.
Lo que le preocupa realmente es darle los servicios de salud al afirmar que ella como quiera puede salir adelante pero necesita el apoyo de los servicios médicos.
Por Víctor Montiel/ La Razón