SAN FERNANDO, TAMAULIPAS.- A un año del secuestro de Luciano Leal Garza, el niño de 14 años que fue plagiado cuando asistió la tarde del 8 de julio del 2020 a una supuestas cita para conocer a una adolescente en el parque lineal en el fraccionamiento Las Fuentes en San Fernando, los padres exigen justicia y no reciba carpetazo la investigación.
“Un día como hoy inició un horror para nuestras vidas, pero más para nuestro hijo, no queremos imaginar, porque eso desgarra nuestras almas, todo el tormento y horror que nuestro hijo pudo pasar”, dijo Anabel Garza, mamá de Lucianito.
Y es que, dijo, desde hace seis meses, las autoridades no han avanzado en las investigaciones que conduzcan al esclarecimiento del secuestro y asesinato de Luciano de tan solo 14 años.
“No hemos tenido grandes resultados, todo lo que tuvimos fue por nuestra propia mano, tuvimos que salir nosotros como familias a realizar nuestras propias investigaciones, exigiendo que se cumpliera la justicia”.
En septiembre del año pasado, se informó que elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES), detuvieron en el municipio de Méndez, a José ’N’, delincuente Fernando, señalado como el responsable del secuestro del menor; en octubre fue detenido Erik ‘ G’.
“La persona que está detenida ha declarado que la vida de mi hijo fue terminada porque no querían ser expuestos; mi hijo reconoció a sus captores, mi hijo reconoció a sus verdugos”.
Sin embargo, asegura que existen más involucrados en el delito, pues se giraron cinco órdenes de captura que no han sido cumplimentadas, “seguimos esperando que las autoridades hagan su parte, pero como hemos podido observar, no obtendremos resultados, si nosotros como familia no nos movemos”.
Acompañada por sus hijas y su esposo Luciano, quien años atrás también fue víctima de secuestro, Anabel Garza señala que San Fernando se convirtió en una zona de peligro para todas las familias.
“Temo por mi familia porque este mal continúa, ¿hasta cuándo ellos se van a poner límite?, no lo sabemos, porque si no tuvieron compasión para quitarle la vida a nuestro hijo, me doy cuenta que son personas sin alma, sin corazón, sin sentimientos y peor aún, sin temor de Dios”.
La madre de Luciano junto a su familia y ciudadanos de San Fernando, se unieron en la búsqueda por más de tres meses, hasta encontrar finalmente sus restos semienterrado, en un predio enmontado.
POR PERLA RESÉNDEZ/ ALFREDO PEÑA