TAMAULIPAS.- Después de un año de confrontaciones y rispidez de las relaciones políticas entre el gobierno del Estado y el Presidente López Obrador, agudizadas por el proceso de desafuero, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca parece haber empezado a suavizar y a distender el trato político con el partido de la 4T de Tamaulipas.
La asistencia del mandatario estatal, en compañía de su esposa Mariana Gómez y del diputado electo Carlos Fernández Altamirano, al izamiento de la Blue Flag Beach que acredita internacionalmente a la playa de Miramar como una playa limpia, incluyente y sustentable, y a la inauguración de obras del alcalde morenista de ciudad Madero, Adrián Oseguera, indican un cambio de rumbo en ese sentido.
Cabeza de Vaca sabe que, a partir del próximo primer día de octubre, cuando el gobierno local perderá la mayoría del Congreso y las alcaldías de los municipios de mayor jerarquía, el escenario político que enmarcará la fase final del sexenio será adverso y seguramente el acercamiento con los guindas forma parte de las medidas que tomará para que las discrepancias con los adversarios no vayan a dificultar demasiado alcanzar los acuerdos que la gestión requiere y al mismo tiempo permitan atenuar el eventual impacto negativo de cara a la sucesión del 2022.
Al que, habida cuenta del contexto sucesorio, deberían de obligarlo a cambiar de actitud es al dirigente estatal del PAN, Luis René Cantú Galván, para que, además de que reconozca que las cosas no le salieron bien al partido que dirige en los comicios del mes pasado, que insiste en minimizar, empiece a acercarse más a la militancia para desactivar el malestar causado por la designación de priistas como candidatos a alcalde y diputaciones, que muchos panistas siguen sin digerir.
A que platique con las bases partidistas y explique asimismo a los inconformes de la agrupación las razones por las que las sanciones impuestas a 95 panistas les parecen selectivas, ya que consideran que a otros militantes igualmente responsables de la derrota del 6 de julio ni siquiera les ha llamado la atención.
Empezando por el propio Cachorro, quien, piensan, no obstante que las evidencias demuestran lo contrario, se resiste a aceptar el descalabro, aún se siente triunfador y lo peor, afirman, ni siquiera aparece entre los culpables.
Recientemente, por otra parte, las encuestas que, a casi un año de los comicios, miden las preferencias iniciales que los aspirantes a la gubernatura tienen entre los ciudadanos tamaulipecos, llaman la atención, por varios motivos. Uno de ellos, por ejemplo, es que extrañamente en la lista de los prospectos no aparece el nombre de Felipe Garza Narváez, cuando es uno de los más conocidos y posicionados en la entidad que ha declarado públicamente que quiere ser gobernador con la camiseta de Morena.
¿Cuál sería la causa de la exclusión? A ciencia cierta no se sabe, aunque se sospecha que, si lo hubieran incluido, quizá el resultado del sondeo habría hecho ver demasiado chiquitos a algunos de los contrincantes.
A propósito, en las redes sociales circula en estos momentos una foto de Garza Narváez vestido con la emblemática cuera tamaulipeca en la que se lee: “La esperanza de Tamaulipas”, con otro símbolo estatal que sirve de fondo a la imagen, el cerro del Bernal.
Hablando de otros asuntos, ¿se acuerdan de la controvertida y hostigada ex alcaldesa de Matamoros, Norma Leticia Salazar Vázquez, que después de varios años de mantenerse alejada del activismo político, acusada de desvío de recursos y uso indebido de atribuciones, entre otros delitos, ha vuelto a la circulación?
Ante las caras largas de algunos de los propios compañeros de partido, la hija del diputado federal Ramiro Salazar reapareció ayer ante las cámaras y reflectores ayudando a los afectados de la ciudad fronteriza por las torrenciales lluvias que han caído en la semana, señal de que la ex edil tiene pensado reanudar la carrera política, de la que fue obligada a retirarse, ahora bajo circunstancias totalmente distintas.
En el ámbito internacional, como es habitual entre los gobernantes del imperio de las barras y las estrellas, el Presidente Joe Biden pidió a su homólogo de Cuba, Mario Díaz-Canel, escuchar las demandas de libertad y democracia que le reclaman los ciudadanos de su país, en tanto que él ignora a los estadounidenses que le exigen poner fin al bloqueo de medio siglo impuesto por su gobierno a la isla antillana. Como dijera el ex presidente Foster Dulles, cuestión de intereses.
ENROQUE / JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
????????-Si aún no recibes las noticias de @ExpresoPress en tu #WhatsApp, envía un mensaje al número 834 247 75 53 y comienza a recibir de forma gratuita nuestra información. #Tamaulipas #EXPRESO pic.twitter.com/hWQlmIHnzn
— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021