PUEBLO VIEJO, VER.- La esperanza de que el próximo 30 de agosto se reactiven las clases presenciales es algo que motiva un poco a don Domingo Hernández Vicencio, sastre y comerciante dedicado a la venta de uniforme.
Al respecto del panorama que enfrentan, indicó que esto ha sido la peor etapa que ha tenido a nivel de bajas ventas ya que prácticamente afirma que los uniformes se han suspendido totalmente y solamente se ha dedicado a encargos de confección de ropa.
“La verdad vemos complicado que la situación de las clases se puede reactivar ya que nos damos cuenta de que los contagios van en aumento ya esto sí se ve muy complejo, pero vamos a esperar y que si se da el regresó podamos vender algo”.
Manifestó que en tanto el tiene que seguir cubriendo la renta del local, pago de luz y agua, afirmando que pese a todo el panorama no se ha visto obligada a pedir alguna deuda o préstamo de emergencia.
POR Victor Montiel/ La Razón