A pesar de que el PAN no desaprovecha ocasión para afirmar que la alianza con el PRI y el PRD con vista a la sucesión presidencial de 2024 sigue firme, los hechos demuestran que la inclusión del tricolor en el proyecto aliancista no es tan segura como aseguran los panistas.
La aprobación de la reforma a la Ley Orgánica de la Armada de México en la sesión del pasado 9 de septiembre, por ejemplo, fue aprobada por los diputados de Morena y los Revolucionario Institucional que sumaron un total de 338 sufragios, contra solamente 142 de Acción Nacional y legisladores afines para sacar la iniciativa enviada con ese propósito por el Presidente López Obrador.
Cabe señalar que la mayoría calificada que se exige para la aprobación de una reforma constitucional es de 334 sufragios.
Ese respaldo priista a la propuesta legislativa de la 4T demuestra que es muy probable que, independientemente de los acuerdos cupulares, el PRI podría recurrir a ese tipo de maniobras para resurgir y mantenerse en el poder, de manera que algunas veces apoyaría al albiazul y en otras al partido de la Cuarta Trasformación. Los militantes del ala izquierda del ex partido oficial se sumarían a las causas morenistas y los del ala derecha a las del partido de Gómez Morín, división de posiciones que dificultaría a “Va por México” sacar al partido de AMLO del gobierno en la próxima elección federal.
Ese es, junto al fuerte respaldo popular que sigue teniendo el Presidente de la República y su partido, uno de los motivos por los que los adversarios políticos del tabasqueño han anunciado que no participarán en la consulta de revocación de mandato del año que viene, saben que perderían y en vez de debilitar al primer mandatario contribuirían a fortalecerlo.
Prefieren seguir con la guerra sucia para socavar al morenismo que recurrir a un método democrático. A propósito, el aspirante a candidato de Morena a gobernador de Tamaulipas, Felipe Garza Narváez, dio a conocer el fin de semana tres nuevas propuestas.
A través de las redes sociales, el ex diputado expresó que para hacer valer la Ley de Participación Ciudadana, si el voto la favoreciera en el proceso interno y luego en la elección constitucional de 2022, propondrá la activación del Plebiscito, para cancelar las decisiones administrativas del gobernador y los alcaldes.
También el Referéndum, este para dejar sin efecto las formas legislativas y los acuerdos de cabildo, e igualmente la Ratificación de Mandato, para respaldar o, de lo contrario, rechazar la permanencia del ejecutivo estatal y de los jefes edilicios en el cargo que los electores les confirieron mediante el libre sufragio.
En asuntos de otra índole, el cabildo que preside la alcaldesa Alma Laura Amparán Cruz emitió en sesión extraordinaria y solemne la declaración de Heroica a la ciudad y puerto industrial de Altamira, como reconocimiento a la defensa que esta hiciera en 1929 que contribuyó a la independencia de México.
El que sigue sin dar una es el dirigente estatal del PAN, Luis René Cantú.
No se sabe si por cuenta propia o porque se lo ordenaron, en su estancia en la tierra de Cuco Sánchez “El Cachorrito” responsabilizó de la pasada derrota electoral a los liderazgos de aquella población, opinión que causó reacciones de malestar ya que todo mundo sabe cuál fue la principal razón del descalabro de los panistas.
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