Pueblo Viejo.- Para don Guillermo Ramírez Martínez las esperas en la rampa del paso de lanchas Casa Blanca para que pasajeros aborden en su unidad son cada vez más largas.
Don Guillermo tiene más de 17 años en la rampa y pese a lidiar con problemas de salud sigue luchando a diario, para apoyar a su hija y a sus nietas sin embargo, la escasez de pasaje es agobiante para las 18 unidades que prestan servicio en esta área ubicada en la congregación Anáhuac.
Agregó que la pandemia del covid-19 que parece no terminar ha mantenido la suspensión de clases y esto les ha quitado pasaje que era seguro día con día.
Otro aspecto que en los últimos meses ha venido a complicar aún más este panorama, han sido los despidos masivos de obreros por la suspensión de proyectos en empresas de la zona.
» Para nosotros el movimiento de los obreros era muy importante porque a diario y se movilizaban cientos de ellos y obviamente la cuestión de las clases nos ha afectado ahora vamos menos vueltas esperamos más tiempo haciendo rampa y por ende batallamos para reunir el recurso».
Agregó que muchos compañeros inician sus jornadas desde las 5 ó 6 de la mañana y esto se extienden hasta por 12 ó 14 horas veces la ganancia de un día apenas se reducen 100 pesos que es lo que se llevan a el hogar, la situación sin duda es muy complicada.
Por Víctor Montiel
