Ayer por primera vez estuvieron juntos todos los aspirantes de Morena, o por lo menos los que tienen verdaderas posibilidades de competir en el proceso interno.
El Comité Ejecutivo Nacional los convocó a una reunión en la que les detallaron la manera en la que se conducirá el proceso.
A la sede del partido llegaron Américo Villarreal Anaya, Rodolfo González Valderrama, Maki Ortiz, Héctor Garza González, Erasmo González, Adrián Oseguera, Mario López Hernández, José Ramón Gómez Leal, Felipe Garza Narvaez y Guadalupe Covarrubias.
La lista de invitados fue diseñada con cuidado para que no quedara fuera ninguno de los que ha levantado la mano. No hubo desaires para ninguno.
También se buscó que en el encuentro hubiera por lo menos dos mujeres, que pudieran ocupar las posiciones que propondría el Consejo Nacional del partido, por eso además de Maki Ortiz, estuvo la senadora tampiqueña, Guadalupe Covarrubias.
Mucho más importante que la información que pudieran haber recibido de su dirigente nacional, fue el llamado urgente a la unidad.
Todos los presentes firmaron un documento en el que se comprometieron a respetar las decisiones que de ahora en adelante tome la Comisión Nacional de Elecciones, y sobre todo, los resultados finales de las encuestas.
La relevancia de este encuentro es que se da justamente en un momento en el que el fuego amigo está alcanzando niveles preocupantes para el morenismo, que más que un partido sigue siendo un entramado de relaciones e intereses que empieza a crujir de tanto golpeteo político.
Morena tiene en frente a sus fantasmas de siempre, pero esta vez es mucho más lo que está en juego.
Nunca habían estado tan cerca del premio que podrían obtener el 5 de junio, lo que ha despertado ambiciones desmedidas que se pueden salir de control sobre todo si se acompañan con la soberbia que han mostrado muchos representantes del partido tras los resultados de la pasada elección.
SE LES FUE VIVO EL AUDITOR
La reunión de la Comisión de Vigilancia de la ASE con el Auditor del Estado, Jorge Espino Ascanio, dejó poca sustancia, pero hizo evidente una conclusión: a la bancada de Morena le urge elevar su nivel de debate.
Mucho esperaron la presencia del cuestionado y polémico Auditor, y al final, les faltó preparación para llevarlo al punto que querían, y que hubieran podido con un poco más de conocimientos sobre el tema.
Más efectivas fueron las preguntas de la prensa afuera del recinto de la sesión, que los cuestionamientos vacíos de los legisladores de Morena que se dejaron abrumar con una oleada de datos técnicos, que les costó mucho contrarrestar.
El equipo de la Cuarta Transformación en el Congreso necesita en calidad de urgente, ponerse a estudiar.
EL FUTURO DE PILAR
Mucho se ha dicho sobre el futuro de Pilar Gómez, tras haber dejado la alcaldía hace un par de meses. El trascendido más reciente la sitúa en la Secretaría General de Gobierno, ocupando la subsecretaría que dejó vacante Gloria Garza.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES