A los conservadores no les gusta que el Ejército participe en la transformación de la república. Les molesta que realice aun las tareas más simples de apoyo a las comunidades en desgracia natural, y desde luego también las más complejas. Quisieran verlo encerrado en los cuarteles y lejos del combate a la corrupción, olvidando que sus integrantes son pueblo uniformado con los mismos intereses, sueños y esperanzas que el resto de la ciudanía. En este sentido el columnista considera que el honor de ser militar contiene el agregado de satisfacción personal al rescatar la dignidad nacional pisoteada por el neoliberalismo.
Ahora mismo las fuerzas armadas son clave en la guerra contra la inmoralidad administrativa. Por ello no extraña que su Jefe Máximo, el Presidente de México, les haya asignado el control de las aduanas fronterizas, al tiempo que la secretaría de Marina se hace cargo de los puertos, como estrategia para evitar el contrabando y todo lo ilegal que suele transcurrir por tales lugares.
El ejército también es pueblo, digo, y está donde la patria lo demanda, con la garantía de honradez a toda prueba y en cualquier situación. De ahí su cabal cumplimento
de encargos de alto contenido humano
y fraterno, que nada tienen que ver con
la política, como quiere hacerlo creer la derecha reaccionaria.
Todo lo anterior enoja a los conservadores. De ahí la ruda campaña emprendida contra las fuerzas armadas, en especial contra el General Luis Cresencio Sandoval de quien dicen “pone en riesgo
la democracia”, por su discurso del 20
de noviembre donde llamó a apoyar las acciones de la 4T. Lo acusan de intervención militar en asuntos civiles, como si los problemas nacionales no importaran a todos los mexicanos.
¡Ah!, pero también les disgusta que enfrenten a los infractores comunes de la ley. ¿En quién podemos encontrar mayor confianza sino en nuestros soldados?. El propio AMLO reconoce que los integrantes del Ejército y la Marina son apoyo sustancial en su gobierno.
De manera que los ataques y críticas a las Fuerzas Armadas por parte de la derecha reaccionaria no aplican en este proceso de transformación, y menos cuando la nación cuenta con soldados en cada uno de sus hijos.
ENCUESTA FAVORECE A MORENA
Algunas violentas circunstancias registradas en los últimos días fuera de la entidad, de ninguna manera dañan a los partidos en camino de definir a sus candidatos (as) al ejecutivo estatal. Son temas diferentes que para nada influyen en la actividad política. Lo importante es que el proceso de la sucesión sigue adelante con todo lo que implica el juego sexenal.
En este escenario, el Universal dio a conocer la última de sus encuestas donde Américo Villarreal Anaya aparece como el más probable candidato de MORENA, y con mucho sobre el resto de sus compañeros(as) contendientes, en la misma proporción que su partido (si las elecciones fueran ahora mismo), con respecto a otras organizaciones en competencia.
Insistimos en que la probable candidatura de Américo, se empezó a trabajar desde hace tres años y desde el mero centro del poder nacional, “pa’ que no haiga duda”.
SUCEDE QUE
Pregunta recurrente, ¿llegará Mario Delgado Carrillo a las elecciones como dirigente de MORENA?.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA