Dentro de cuatro días se reunirá el Consejo Estatal del PAN para definir el método de selección que empleará el partido para elegir a su candidato a la gubernatura de Tamaulipas.
Aunque algunos han puesto sobre la mesa (sobre todo quienes respaldan el proyecto de Chucho Nader) la posibilidad de recurrir a un proceso interno con votación de la militancia, todo está planchado para que el 30 de noviembre se proponga la designación directa.
Esa propuesta será enviada al Comité Ejecutivo Nacional del partido, que tiene hasta el 17 de diciembre para oficializar la manera en la que elegirán a su candidato.
Salvo que algo muy extraño pase, la dirigencia nacional validará la decisión de los 90 consejeros estatales que están convocados para reunirse el próximo martes en la sede del partido.
El orden del día también incluye la presentación de la plataforma electoral para el proceso electoral 2021-2022, y la creación una “comisión de doctrina” del consejo estatal.
No habrá sobresaltos porque más allá de que la competencia interna empieza a subir de tono conforme se acerca la hora de las definiciones, quienes respaldan al “Truco” Verástegui y quienes apoyan a Chucho Nader coinciden en una certeza: enfrentarse en una precampaña abierta, con una competencia real, podría echar por la borda las esperanzas que han surgido en los últimos días gracias a la guerra sin cuartel que libran los morenistas.
Acaso como un punto de equilibrio entre las dos posturas en disputa, se maneja la posibilidad de recurrir a una encuesta previa a la designación.
Para el 20 de diciembre, el Instituto Electoral debe tener en sus manos el documento que contenga el método elegido por el PAN. La intención tanto de la dirigencia nacional, como de la local, es que a principios de año ya tengan al candidato de unidad que han prometido en las últimas semanas.
A la precampaña, adelantan, irá uno solo para aprovechar la ventana de 40 días que otorga la ley para empezar a posicionarse en el electorado.
La decisión final de quién será el candidato recae en última instancia en el Comité Nacional, pero sobra decir que salvo un desaguisado mayúsculo que por el momento no se ve en el horizonte, esa determinación será la que palomee el gobernador desde Tamaulipas.
La apuesta de “truquistas” y “chuchistas” es llegar para fin de año con cifras tan irrebatibles, que la decisión del líder político del panismo sea lógica e inevitable.
El proceso interno del PAN no es un picnic, pero en estos momentos entre los morenistas el aire se corta con un cuchillo.
Por eso, la dirigencia nacional estaría obligada a cumplir con sus expectativas de sacar al candidato a más tardar en los primeros días de diciembre.
Prolongar por más tiempo su guerra intestina les puede costar muy caro.
CORTAN AL “CACHORRO”
La ineficiencia se paga caro. Por eso, el “Cachorro” tiene sus días contados como coordinador de la bancada panista en el Congreso. Dentro de muy poco se oficializará que deja la representación del partido en la Junta de Coordinación Política, que ahora recaería en Félix “Moyo” García, quien de hecho ya estaba obligado a participar en las reuniones como una especie de asesor del dirigente.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES