ESTADOS UNIDOS.- La pandemia por Covid-19 enfrenta una nueva ola de contagios a casi dos años de que se registraran los primeros casos en la ciudad de Wuhan, China. A lo largo de estos meses, las farmaceúticas y gobiernos se han esforzado por desarrollar vacunas contra esta nueva enfermedad con el fin de aplicarlas y con ello reducir las muertes y reabrir fronteras así como actividades consideradas no esenciales.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprobado el uso de emergencia de ocho vacunas:
– Janssen / J&J (Estados Unidos)
– Pfizer-BioNTech (Estados Unidos-Alemania)
– Moderna (Estados Unidos)
– Oxford-AstraZeneca (Reino Unido)
– Sinovac/CoronaVac (China)
– Sinopharm (China)
– Covishield (India)
– Covaxin (India)
Aunque lo cierto es que hay quizá más de una decena de vacunas contra Covid-19 desarrolladas pero que no cuentan con el aval de dicha entidad de la ONU. Tales son los casos de Sputnik-V, creada en Rusia, o Abdala y Soberana, ambas cubanas.
Un hombre inventó su vacuna (ilegal)
A cerca de un año de que iniciara la vacunación en varios países contra la Covid-19, ahora muchas naciones están exigiendo a los viajeros que presenten un certificado de que ya tienen esquema completo, por lo que muchos que no quisieron vacunarse en su momento ahora están buscando aplicársela de inmediato. De acuerdo con Our World in Data, en el mundo se han suministrado 8.07 billones de dosis.
Esta situación fue aprovechada por Winfried Stöcker, un reconocido médico, empresario y ultraderechista alemán, quien inventó una supuesta vacuna casera contra el nuevo coronavirus, la cual evidentemente no estaba avalada por las autoridades sanitarias y que aún así aplicó a unas 50 personas en el aeropuerto de Lübeck, su terminal aérea privada.
Deutsche Welle informó que el hombre había convocado a 150 personas para aplicarles su propia vacuna antiCovid-19 el pasado 28 de noviembre; sin embargo, su plan se vio casi frustrado debido a que la policía local irrumpió la vacunación ilegal, y detuvo al sujeto, quien además de empresario, hace algunos años fue presidente de una farmaceútica. No obstante, ya le había suministrado la dosis a medio centenar de personas, y por ello deberán ser monitoreadas.
Medios locales explican que LubecaVax, la vacuna que inventó Stöcker, se basaba en un antígeno recombinante, esto quiere decir que es de las dosis que introducen al cuerpo una pequeña parte del virus para que las defensas piensen que hay una infección y así puedan combatirla.
El ahora detenido probó su “vacuna” con solo cinco personas y la presentó al Instituto Federal Alemán de Vacunas y Biomedicinas, pero éste lo rechazó y demandó, por lo que decidió aplicarla por sus propias vías en su aeropuerto privado.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO