“No busques cuentos con final feliz; busca ser feliz sin tanto cuento” Mafalda
LO CLAROSCURO. Desde 1997 los países decidieron poner altos significativos al eminente aumento de contaminación que a la postre se traduciría en la extinción de las condiciones de vida atmosférica para todo ser vivo, comenzando por el humano.
Con la implementación del Protocolo de Kioto (en Japón) los países cada vez más agrupados, decidieron impulsar la baja en al menos seis gases resultantes la quema de combustibles fósiles y que tienen al planeta en un hilo.
Hasta aquí, todo bien. Existen estímulos fiscales y de compensación para aquellos que fabrican o producen gran escala, mediante la implementación de bonos convertibles que les permite continuar sus procesos con los mismos emisores y buscando realizar mejoras para en un tiempo estimado migrar hacia el consumo de energías limpias o menos contaminantes.
Recordará que a este esfuerzo, el entonces residente Trump hizo mofa de tal contribución, alegando que no servía para nada.
Y todo resulta verdadero y con las consecuencias que se indican. Deforestación, evaporación de mantos freáticos y como consecuencia, el exterminio.
Ya existe –con muchas reservas y contrariedades- impuestos que gravan las importaciones de países que no observan las reglas verdes.
Correctamente ha dado en imponerse el mismo nombre ‘impuestos verdes’ que promueven el migrar a la incorporación de otros combustibles en sus procesos.
Las reglas de comercio internacional y el arbitraje en la materia, tienen tema para largo.
Pero ahora le han visto a la contaminación una nueva cara que les permite mayores recaudaciones a los gobiernos.
Comenzó hace poco tiempo en Europa, concretamente en España, el impuesto a quienes poseen vehículos que usan combustible fósil y su aportación lleva muchas singularidades, como la cantidad de emisiones que explusa al aire.
¿Por qué señalar una medida aparentemente buena?
Ya el Senado de México tiene desde 2019 consideraciones sobre la materia para incorporar esa nueva entrada de recursos frescos a las arcas federales, sin un atisbo de responsabilidad para con el ciudadano común.
Sólo una observación y con ésta, bastaría para culminar nuestra charla de hoy.
Ocasiona una irremisible espiral inflacionaria. ¿Tendrán que aumentar nuevamente el salario mínimo? O simplemente se considera como un impuesto al consumo.
VA DE NUEVO
Todo indica que es muy similar a la permanente y mala estrategia que los gobiernos utilizan al ponderar lo que llaman ‘lucha contra el crimen’; inventándose nombres rimbombantes como “Fast and Furious” o “Iniciativa Mérida” por mencionar títulos ficticios.
¿Desean combatir el consumo eliminando traficantes y aportando más armas y más programas de apoyo a los gobiernos con dineros del Banco Mundial, a cambio de ser partícipes de las políticas de los gobiernos a los que se auxilia?
¿Y si mejor combatimos de una buena vez el consumo? ¿Cuántas personas de clase media o ricos, que son los consumidores, viven alojados en las penitenciarías norteamericanas? Es más fácil ‘combatir’ al transporte que al destinatario…
Sólo que el resultado es que siempre habrá más y más. Cuando existe un mercado final vigente y que paga 20 veces el costo primario, nunca dejará de existir.
Igual sucede en el consumo de hidrocarburos.
¿Y si se vetan los yacimientos y las estaciones de combustible y se deja de fabricar plástico y derivados por mandato?
Sí… carbón les van a traer en navidad por mentirosos.
En lo corto, en poco tiempo usted, su familia y la de este escribano pagaremos todos, los resultantes del estímulo que se pagará por contaminar y que se aplicará al transporte público, a la leche y huevos y medicina que son conducidos al súper que usted acostumbra en transporte, que contamina.
COLOFÓN: Simplificaremos la conclusión. Un humano emite 1kg de CO2 por día al exhalar el oxígeno que entra a nuestros pulmones.
Equivale al 10% de las emisiones en el mundo.
No le platico el metano que emitimos por concepto que a todos nos es común; suficiente para mantener la llama de la esperanza encendida.
¿Nos prepararemos para la factura tributaria? Inocentes nosotros porque seguiremos contribuyendo al gasto. Es necesario…
POR ALEJANDRO DE ANDA