La solicitud de licencia del diputado Mon Marón, aprobada ayer por la Comisión Permanente del Congreso, convirtió una jornada de rutina en un día de intensas emociones políticas.
La razón: el legislador tampiqueño que ganó su reelección, es también el suplente del senador Ismael García Cabeza de Vaca.
Las versiones apuntan a que Marón dejó su puesto en el Legislativo local para estar listo y dispuesto porque en cualquier momento Ismael pedirá licencia para meterse de lleno en el proceso interno de Acción Nacional.
Los mismos trascendidos apuntan a que no sólo él se separaría de su cargo, pues en los próximos días también lo haría César Verástegui, quien desde hace algunos días, tendría lista su salida de la Secretaría General de Gobierno, para dedicarse de tiempo completo a su proyecto político.
La gran incógnita ayer por la tarde era la decisión que pudiera tomar el alcalde de Tampico, Jesús Nader, quien también ha afirmado que dejaría su posición para antes del 2 de enero, pero solo en caso de ser seleccionado como el candidato panista.
Desde luego, la eventual solicitud de licencia de Ismael García Cabeza de Vaca no necesariamente significa que
él sea el elegido, pero claro que añade más ingredientes a un proceso interno blanquiazul que se ha desarrollado en el filo de la civilidad política, por algunos momentos, a un solo paso del choque interno.
Como se esperaba, con el fin de año a la vuelta de la esquina, los tiempos políticos se están acelerando.
Pero el pacto de los aspirantes del PAN fue muy claro, llegar al 2 de enero, cuando inician las precampañas, con un solo candidato al que apoyarán todos los demás.
LA DEFINICIÓN DE MORENA
Hoy a las 18:00 horas está programado el momento cumbre del proceso de selección de Morena. En la Ciudad de México están citados los siete finalistas que aparecieron en las encuestas.
La agenda del día dicta que Mario Delgado les dará a conocer los resultados, y un poco más tarde, hará oficial el nombre de quién será el candidato de la Cuarta Transformación en Tamaulipas.
Ya se sabe que en ese partido cualquier cosa puede pasar, pero hasta ayer todo estaba planchado para que la dirigencia nacional le levantara la mano al senador Américo Villarreal Anaya.
Lo que vendrá después, y acaso lo que más preocupa al partido, será un largo proceso de cicatrización.
Los más optimistas afirman que el natural disgusto inicial de los demás aspirantes no pasará a mayores.
Pero hay quien presagia también una guerra sin cuartel y una seguidilla de traiciones que aniquilarían cualquier posible gesto de unidad al interior del partido.
La constante en ambos escenarios -el positivo y el catastrófico- es la incertidumbre sobre la reacción de la ex alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz. ¿Hasta dónde la llevará su molestia por no ser la seleccionada?.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES