Habitualmente, los procesos de selección de candidatos de Morena a puestos de elección popular se definían en medio de gritos, protestas e inconformidades, sin embargo, el de la elección del candidato a gobernador de los seis estados del país en los que se renovarán el poder ejecutivo en los comicios de 2022, hasta los críticos de la 4T reconocen que fue un ejercicio ejemplar.
A diferencia de otras ocasiones, esta vez los resultados de las encuestas, encargados a las consultoras Buendía, Covarrubias y Mendoza, no se dieron a conocer en privado, sino en actos públicos en los que todos los aspirantes conocieran personalmente y de cara a la ciudadanía los puntos obtenidos, hecho que le dio a la contienda interna una transparencia que ninguno de los aspirantes pudo cuestionar.
Como consecuencia, tanto en el caso de Tamaulipas, los participantes que no se vieron favorecidos avalaron el resultado e inmediatamente felicitaron al senador Américo Villarreal Anaya, el triunfador de la competencia, y todo indica que en el correr de los días se acercarán al legislador para trabajar juntos en la disputa al PAN del gobierno del Estado.
Contra lo que esperaban los adversarios, el partido de la Cuarta Transformación superó sin rupturas, pugnas ni divisiones la elección del candidato al cargo de García Cabeza de Vaca. En los próximos días, no obstante, se iniciará la operación cicatriz para subsanar los eventuales raspones y desencantos que habría dejado la lucha por la candidatura y llegar unidos, factor fundamental para lograr el éxito en toda empresa política, a la hora de la campaña electoral.
Tras conocer el desenlace del proceso morenista, el alcalde de Tampico, Chucho Nader, por ejemplo, expresó su confianza de que la selección del candidato de Acción Nacional a la gubernatura se resuelva como lo hizo el partido guinda para que tanto los panistas como los votantes, comprueben que fue un resultado transparente y no deje lugar a dudas que el albiazul eligió al precandidato más posicionado entre el electorado tamaulipeco.
El ex dirigente del PRI en el municipio, Roberto González Barba, también reconoció la limpieza de la contienda morenista, a la que califico de impecable. Eso obliga a los panistas, dijo, a realizar un proceso similar, para darle mayor certeza, evitar reacciones de sospechas y que los protagonistas de la competencia, el Truko César Verástegui y Nader Nasrrállah, pero sobre todo la militancia panista, queden satisfechos con la práctica electoral.
Ya que hablamos de candidatos a gobernador de Tamaulipas, el PAN dará a conocer el nombre del elegido después de que haya sido formalizado la alianza con el Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática, por ahí de mediados de enero.
El alcalde Chucho Nader, aprovechó, por otra parte, su palabra preferida, brillo, que ha distinguido al gobierno que preside, nacional e internacionalmente, para saludar a la población con motivo de la celebración del nacimiento de Jesucristo.
En el tradicional mensaje, el titular del ayuntamiento deseó a los tampiqueños que el brillo de la Navidad traiga bienestar para todos.
Lo que muchos ciudadanos no entienden, esto en el ámbito nacional, es porqué si los opositores están tan interesados en derrocar al Presidente López Obrador, no aprovechan la consulta de revocación de mandato del 10 de abril del año que viene para poner fin en forma anticipada a la gestión del tabasqueño, sino que, por el contrario, se oponen a que se lleva a cabo.
Por una poderosa y sencilla razón: saben que el primer mandatario será respaldado por la mayoría de los ciudadanos para que siga al frente del gobierno de la República hasta el término del sexenio y no quieren sufrir una inoportuna derrota electoral, que, además de que fortalecería a AMLO, permitiría a su partido arrasar en la elección de gobernadores que está en puerta.
Y seguramente, el día que regresaran al gobierno, lo primero que harían el PAN y el PRI sería echar abajo la reforma constitucional obradorista, saben que los votantes se la aplicarían a ellos si volvieran a saquear al país. Si la popularidad del Presidente fuera tan raquítica como la de Peña Nieto, el INE, que se ha puesto de lado de la oposición, no pretextaría falta de dinero para suspender la práctica, ya habría instalado casillas hasta en los municipios más apartados para echarle encima al pueblo y sacarlo del palacio nacional.
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