CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS.- Una turista que acudió a las escolleras de Playa Miramar, logró captar a un mapache con una patita atorada en un pedazo de botella de vidrio, situación que fue notificada al Patronato de Protección.
En las escolleras viven un promedio de 300 mapaches y por la presencia de una gran cantidad de vidrio, varios ejemplares han resultado heridos, además de agresiones que sufren por parte de algunos pescadores.
La presidenta del patronato de Protección y Preservación del Mapache Miramar, Hortencia Ruvalcaba Infante publicó que este tipo de problemas es por aquella gente que se excede en ingerir bebidas alcohólicas y rompe las botellas, en casos anteriores los mismos mapaches se quitan el vidrio, por lo que estarán al pendiente.
Desde hace varios años se ha propuesto prohibir el vidrio en Playa Miramar, sin embargo no ha logrado concretarse en el reglamento del paseo turístico, además de otras restricciones.
Ruvalcaba Infante, ha pedido el apoyo de la población para que grabe cualquier agresión a los mapaches, con la finalidad de interponer la denuncia correspondiente ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
“Sí pedimos que graben con el celular evidencia y que lo reporten a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente para que pueda proceder, ya que hay sanciones y a la gente se le hace fácil agredirlos”.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), establece multas hasta de 50 mil días de salario mínimo o 9 años de cárcel por poseer o transportar este tipo de especies.
“Hay señalamientos en las escolleras de Playa Miramar, para indicar que se encuentra prohibido el poseer, transportar o agredir a los mapaches que son fauna protegida y considerada como parte de la identidad de Ciudad Madero”.
A finales del año pasado, un mapache tenía una cuerda en el cuello, por lo que le fue retirada antes de que alguien se lo llevara. “Aquí el llamado a la gente es que respete a las mapaches, que respete su espacio, los puede alimentar y tomar fotografías, pero que no les hagan daño”.
Por Oscar Figueroa
La Razón