TAMAULIPAS.- El licenciado Isaac Sánchez Garza, prominente notario y primer rector de la Universidad de Tamaulipas, le confió en 1951 a Domingo Camaro Hernández, reportero de El Sol de Tampico, en el restaurante “Los Monteros” del hotel del mismo nombre de ciudad Victoria una primicia noticiosa de primera plana.
“El Gobernador Horacio Terán Zozaya – Le dijo el fedatario mientras tomaba una taza de café – me ha dicho que yo seré candidato a la presidencia municipal de Tampico; así que lo autorizó para que dé a conocer la información a la opinión pública”
Sin embargo, momentos después de que el reportero transmitiera vía telefónica la noticia al rotativo tampiqueño, un telefonema del Palacio de Gobierno que el notario en cuestión recibió en el mismo sitio modificara totalmente las cosas.
Tras contestar la llamada, Sánchez Garza pidió al periodista que olvidara el asunto. “Me ha informado el Gobernador Explicó – que por disposiciones del General Rodolfo Sánchez Taboada, dirigente nacional del PRI, el candidato será el licenciado Manuel Jiménez San Pedro” Y así fue.
Cumplidos los trámites, tiempos y formas electorales, Jiménez San Pedro tomo posesión de la alcaldía tampiqueña el uno de enero de 1952.
El respaldo político con el que el edil contaba hizo pensar a muchos que el trienio del nuevo jefe edilicio sería próspero y sin problemas, pero las circunstancias y la falta de tino con el que el recomendado del General Sánchez Taboada manejó el cargo lo metieron en líos que lo llevaron a los dominios del escándalo.
No había concluido el primer año de gobierno cuando el titular del ayuntamiento porteño se vio obligado a comparecer ante la justicia. El 26 de septiembre de 1952 un agente policiaco, Juan Carlos Gómez de la Huerta, mejor conocido con el mote de Agente 30, que había sido contratado para que auxiliara a la policía en la investigación de las mafias del narcotráfico que operaban en el municipio, sacó a la luz pública hechos que inmiscuían el nombre del alcalde en componendas con los regenteadores del Casino Chino.
Se acusaba al edil de recibir dádivas de los mafiosos y de encubrir al investigador. El alcalde negó las incriminaciones pero el Director del periódico “El Mundo”, Carlos Loret de Mora, grabó un comprometedora conversación telefónica que sostuvieron el munícipe y el agente que armó la escandalera.
El texto de la conversación telefónica era el siguiente: “ – Bueno, Señor Presidente…” “ – Si, ¿Qué hay…?” “ – Habla Gómez, señor presidente…” “– ¿Qué Gómez?…” “ – Gómez de la Huerta, le hablaba para decirle…” “ – Ya le dije amigo, pélese porque le anda la quemadura muy cerca….” Pese la gravedad del caso, Jiménez San Pedro logró salvar la cabeza, pero un año más tarde otro lío lo llevaría nuevamente ante los tribunales.
El 16 de julio de 1953 fue acusado por los dirigentes de “Acción Política”, que encabezaba el doctor Enrique Aragón, de haber ordenado pintas callejeras en las que se atribuían a la agrupación pronunciamientos políticos que no había hecho con el objeto de desprestigiarla y de confundir a la opinión pública. Algunas de las consignas decían: “Para Gobernador del Estado: Lic. Praxedis Balboa.
Justicia: Acción Cívica”..” Para Presidente Municipal: Doctor Enrique Aragón. Honradez. Acción Cívica”, que calificaron de falsas tendenciosas. El alcalde rechazó las imputaciones ante el Ministerio Público y el gobierno reprimió violentamente a los denunciantes cuando se enteró que aprovecharían la visita que haría el Presidente Ruiz Cortines en esos días a la ciudad para lapidar al Gobernador, Horacio Terán, desafortunadamente, la agresión empeoró las cosas.
Ante la gravedad de la situación, la Secretaría de Gobernación sacrificó políticamente al edil para evitar males mayores. Cuando el problema rayaba en el punto más alto de la agitación política, Jiménez San Pedro fue llamado al Distrito Federal y el 3 de julio se comunicó a la prensa que el funcionario había solicitado licencia para separarse de la alcaldía por tiempo indefinido y con carácter de irrevocable.
ENROQUE / JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ