CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Los reactivos para las pruebas COVID-19 han escaseado en los hospitales públicos y centros de salud, lo que ha orillado a las personas que sospechan estar contagiadas a recurrir a laboratorios particulares, o comprar las pruebas rápidas que se venden en algunas farmacias.
En Tamaulipas múltiples laboratorios ofrecen diferentes tipos de pruebas para detectar SARS-CoV-2, desde las desechables de 190 pesos hasta las de PCR con valor de mil 900, sin embargo solo unas de ellas son recomendadas al cien por ciento por médicos y farmacéuticos.
Expertos señalan que pese a las ventajas de las pruebas de farmacias en cuanto a costo y rapidez, muy pocas personas saben cómo aplicarlas correctamente y pueden guiarse por un falso negativo, además de que la Secretaria de Salud no tiene conocimiento de los positivos que estas detecten.
La COFEPRIS autorizó cerca de 12 instituciones para vender y/o realizar en la capital tamaulipeca pruebas que detecten COVID-19, en donde las más conocidas son las marcas de Roche y Havoc, señaló Tofic Salum Fares médico general.
El también representante de la asociación farmacéutica de la zona centro, señalo que para el diagnóstico de infección por SARSCoV-2 se utilizan comúnmente dos tipos de pruebas, técnicas de amplificación de ácidos nucleicos (TAAN) y test de detección de antígeno.
“En los laboratorios te ofrecen la prueba que tú quieras que pueden ser la rápida para entregar resultados en los siguientes 60 minutos, una prueba automatizada que es con tu misma muestra a través de un equipo de laboratorio o incluso algunos ofrecen la PCR”.
“Estas pruebas son confiables, siempre y cuando la técnica que se utilice se haga adecuadamente y en tiempo ya que en ocasiones esta se hace durante un periodo en cuando ya está enfermo el paciente pero no hay cantidad suficiente de virus como para detectarlo”.
En los centros de salud no están recabando muestras para la prueba PCR, solo para pruebas rápidas, personal de dichos centros, está lanzando la voz de alarma en la capital de Tamaulipas, ante el repunte de la enfermedad.
LOS RIESGOS DE UNA PRUEBA RÁPIDA
La industria farmacéutica detectó un aumento notorio en ventas de prueba rápida COVID-19 en los últimos meses, lo cual atribuyó a que la población cada vez está más familiarizada con la enfermedad, sin embargo no recomendó del todo su uso.
“Es mejor ir con un laboratorio a que realice la prueba y tenga la experiencia de hacerlo con la técnica adecuada. Si va a aumentar pero mi recomendación personal es que quien esté enfermo tiene que acudir a su médico, porque si yo me hago una prueba casera y me la hago mal nos va a salir un resultado adecuado y en vez de ahorrar dinero estamos gastando”.
Sin embargo, señaló que esta es una herramienta que sirve para poder tener un posible diagnostico al correcto. En cuanto a la calidad señalo que al ser vendidas en farmacias establecidas, estas tienen que ser avaladas por la COFEPRIS.
POR RAÚL LÓPEZ GARCÍA/NORA HERNÁNDEZ
EXPRESO-LA RAZÓN