El plan está trazado: mañana o pasado, César Verástegui renunciará a la Secretaría General de Gobierno. Ese será el primer paso para que sea designado como candidato de Acción Nacional a la gubernatura de Tamaulipas.
Lo sabe él y ya lo saben los demás aspirantes, a quienes se los comunicaron personalmente.
Ni Jesús Nader, ni Ismael García Cabeza de Vaca, mucho menos Gerardo Peña, seguirán con sus intenciones de registrarse.
A la contienda interna del PAN solo acudirá César Verástegui, y algún otro cuadro partidista que servirá para que el todavía funcionario estatal pueda hacer una precampaña con tiempo aire en los medios electrónicos, y actividades dirigidas a la militancia y simpatizantes.
No podrá pedir directamente el voto, pero sí harán lo que sea necesario para que la marca “Truco” empiece a posicionarse en el territorio estatal.
Se replicará la fórmula que se empleó hace seis años, cuando tras planchar la candidatura de Francisco García Cabeza de Vaca -los otros aspirantes eran Maki, Lety Salazar y Carlos Canturrosas- además del entonces senador se registró como precandidato el matamorense Francisco “Kiko” Elizondo que sirvió como sparring.
Esas muestras de lealtad se pagan, claro está, y así ocurriría con quien ahora levante la mano para “contender” contra Verástegui.
Chucho, Ismael y Gerardo Peña aceptaron la ruta trazada por el máximo poder político del estado, y se supone, participarán activamente en la aventura electoral que está por comenzar.
Al frente de la campaña estarán Luis Enrique Rodríguez “Pipo” y Oscar Almaraz Smer, además de un ejército de operadores políticos que lo mismo ha peleado elecciones para el PAN que para el PRI.
Detrás de este plan que ya está en marcha, hay un mensaje clarísimo: más allá de lo que digan las encuestas, en Acción Nacional están convencidos de que pueden ganar la elección y no van a escatimar en esfuerzos, ni recursos.
Su apuesta es el “Truco” y por él van a poner el resto sobre la mesa.
RODOLFO Y AMÉRICO
El video publicado ayer en las redes sociales de Rodolfo González Valderrama era necesario.
En medio del pataleo de Maki Ortiz, y del sospechoso silencio de otros aspirantes, el espaldarazo del delegado federal a la candidatura de Américo sirve, por lo menos, para distender el ambiente. Ahora habrá que ver si más allá del apretón de manos y las palabras de apoyo, se sentaron las bases para que el tampiqueño se meta de lleno a la campaña, pero sobre todo, para que ponga a disposición del candidato el arsenal electoral que significa la cartera de apoyos del gobierno federal en Tamaulipas.
Porque el destino final de Maki y su notorio control político de Reynosa sigue siendo una incógnita, aunque conforme pase el tiempo, se ve cada vez más lejos de Morena.
Los demás, aseguran desde el interior del partido, se van a terminar por alinear ya que ninguno tiene el capital político, ni la estatura, ni la habilidad, para pelearse con el presidente de la República, a quien -todos saben- se debe la selección de Américo como el candidato en Tamaulipas.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES