Es cierto que ni una sola región, ni un solo distrito debería ser menospreciado por los estrategas de las próximas campañas. En una contienda que pudiera tornarse
cerrada, hasta los votos que por primera vez llegarán desde el extranjero, pueden significar la diferencia.
Pero es verdad que en los planes que ya se trazan en los búnkers de César Verástegui y Américo Villarreal, hay algunos territorios que son vistos como prioridad para la cosecha de votos.
Sin ir tan lejos: en conjunto, los tres principales municipios de la frontera reúnen al 45% de los posibles votantes de Tamaulipas. Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo son gobernados actualmente por alcaldes de Morena, pero cada uno con sus particularidades.
El caso más extraño es el de Reynosa, donde gobierna Carlos Peña Ortiz, quien hasta hace algunos meses era el presidente del DIF en la administración panista de su madre, Maki Ortiz.
Ambos dieron el salto a Morena cuando se les negó la candidatura del PAN a la alcaldía y Mario Delgado les abrió la puerta.
Ahora, tras haber perdido la contienda interna contra Américo Villarreal, y su impugnación de la designación, es una incógnita el papel que jugará Maki en la próxima elección.
¿Para quién operará su estructura en un municipio que aporta ni más ni menos que el 20 por ciento del padrón electoral de todo el estado? Ahí pueden votar hasta 520 mil tamaulipecos.
El otro punto clave en la geografía política del estado es Matamoros.
En el municipio que gobierna Mario López Hernández hay 406 mil posibles votantes. “La Borrega” se registró como aspirante a la candidatura de Morena, pero sobre todo, se volcó en apoyo para el proyecto del delegado federal, Rodolfo González Valderrama.
Tras los resultados de las encuestas, el de Matamoros fue uno de los alcaldes que llegó a la comida que convocó Américo Villarreal antes del fin de año.
Hubo algo de sorpresa en su asistencia, pero fuentes internas del partido aseguran que el edil se comprometió a apoyar la campaña de Morena.
Más allá de las apreciaciones sobre su estilo de gobernar y los resultados de su administración, no puede desdeñarse el capital político que atesora en su terruño. En la elección del año pasado, López Hernández se reeligió con récord en las urnas: más de 107 mil votos a su favor.
De los tres alcaldes de los municipios más grandes de la frontera, Carmen Lilia Canturosas es la más comprometida con el proyecto de Américo Villarreal.
La buena noticia para ellos es que Nuevo Laredo aporta 313 mil posibles votantes al padrón electoral del estado.
A pesar de que el resultado en la última elección fue cerrado, el premio para Carmen Lilia y Morena fue mayúsculo: el control
del presupuesto más basto de cualquier municipio de Tamaulipas.
Desde ese punto del territorio estatal,
se pueden financiar ambiciosos proyectos políticos, como ya ha ocurrido en el pasado.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES