CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En Tamaulipas el sector rural, ambiental y económico, cumple tres años de sufrir una severa sequía de apoyos luego que las Delegaciones encargadas de dispersar recursos a través de diversos programas fueron desmanteladas al arrancar el gobierno federal, por lo que actualmente son inoperantes.
Instituciones como la Delegación de la Secretaría de Economía, Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), son algunas de las dependencias que se convirtieron en elefantes blancos por inoperantes.
Información de la Coordinación de Delegaciones federales en Tamaulipas, detalla que esos ajustes fueron originados por un programa de austeridad implementado por el gobierno federal, con el presunto objetivo de eficientizar los servicios que se otorgaban.
Pero varias dependencias están sin titular desde diciembre del 2018 hasta la fecha, y funcionan con encargados de las oficinas.
Raúl García Vallejo, líder de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos campesinos en Tamaulipas, sostuvo que con el desmantelamiento de las instituciones de apoyo al campo como la SADER, CONAFOR y SEMARNAT, ha provocado una gran afectación al recortarse los programas que ayudaban a la producción tanto agrícola como ganadera del estado.
“Se estima que desde 2019 a la fecha, el gobierno federal recortó 3 mil millones de pesos anuales en apoyos dirigidos al campo, que se bajaban a través de diversas dependencias federales que hoy solo sobreviven administrativamente”.
Sólo la SADER que antes era la SAGARPA, ha registrado recortes por más de 2 mil 500 millones de pesos, al desaparecer acciones como, PROAGRO, antes PROCAMPO, el PROGAN, programas de seguros, apoyos a la comercialización, de precios de garantías entre otros.
Además las oficinas de la SADER están casi desmanteladas, al despedir a personal de confianza en diferentes Centros de Desarrollo Rural que había en el estado.
“Ahora solo funcionan algunos programas que son casi invisibles para la mayoría de campesinos de Tamaulipas, debido a que solo se aplican en regiones como el llamado Sembrando Vida, que se desconoce en el 70 por ciento de los municipios del estado, al aplicarse solo en áreas muy específicas con un beneficio mínimo”.
Otra área que se encuentra muy descuidada por el gobierno federal tras ser desmanteladas las dependencias es el sector ambiental en Tamaulipas, luego que desde hace tres años que inició el nuevo gobierno federal, instituciones como la SEMARNAT, e instituciones que dependen de forma directa de ese organismo fueron desparacidas y sólo sobreviven con el personal indispensable.
A ello se suman los recortes en el presupuesto que han registrado, donde el año pasado la SEMARNAT, dejó de recibir más de 79 millones 400 mil pesos, recursos que permitían mantener los programas federales de protección al ambiente, que se realizan con organismos como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).
Desde el primero de diciembre del 2018 la SEMARNAT se quedó sin titular, así como la PROFEPA, organismos encargados de atender las denuncias contra el daño al medio ambiente.
Otro de los recortes que más dolió en la SEMARNAT fue al Programa de Atención al Empleo (PAE), que aterrizaba a través de diversos organismos como la CONAFOR o la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), cuya inversión anual superaba los 10 millones de pesos.
Con esos recursos organismos federales realizaban programas de apoyo a las comunidades rurales, con empleo temporal, donde pagaban a la gente del campo por realizar tareas como; limpiar playas, participar en acciones de protección de tortugas, así como en la apertura de brechas corta fuego entre otras.
Una de las instituciones que dependen de la SEMARNAT y que fue una de las más afectadas por los recortes federales es PROFEPA, donde los inspectores que cuenta, no tienen presupuesto ni para gasolina, para atender las quejas que se presentan en el organismo.
POR ANTONIO DE LA CRUZ
EXPRESO-LA RAZON