TAMAULIPAS.- Desde su ronco pecho, el presidente sostiene que Ómicron es “solo una gripita” y para convencer se graba en video con un termómetro en la sien y un oxímetro en el índice, con impericia se toma la temperatura y sus niveles de oxigenación para demostrar a la nación que no esta grave.
En tanto y en su suplencia en la mañanera otros dos hombres, un abogado y un doctor, ambos políticos de la 4T, insisten que la crisis sanitaria es ahora “un catarro común” y está bajo control, que nadie se alarme y que nos tomemos con calma el alza de contagios. Cesar Augusto, secretario de gobernación y Hugo López Gattel, sub secretario de salud federal, minimizan la enfermedad, aunque a su alrededor, más personas del gabinete se están contagiando.
En redes sociales, igual que los políticos, muchos artistas comienza a anunciar que han dado positivo, de nuevo, al virus del Covid19, salen a cuadro ufanos y como si fuera moda, relatan el motivo de su contagio, todos dicen desconocer como se contagiaron y prometen estar atendiendo el protocolo sanitario, del uso obligado del cubrebocas y la sana distancia, pero su línea del tiempo en Instagram los delata, fotos en playas, viajes al extranjero, fiestas navideñas, conciertos masivos y mítines políticos.
Mientras las autoridades en Tamaulipas confirman la cuarta ola y el riesgo de que con estos fríos días se eleve la transmisión del virus y que éste se combine con otros males de la temporada invernal. La información es cada vez más confusa, cada ente tiene sus datos y su percepción, la población entonces se apropia de la narrativa que más le acomoda, entonces hay gente responsable que se cuida y otra que realiza sus actividades cotidianas sin el mínimo de cuidado.
¿A quién hacerle caso? ¿Quién miente en el manejo de la pandemia? La ciencia siempre tiene la respuesta, toca al ciudadano hacerse de la información responsable y ética en estos aciagos momentos de confusión mediática. La industria de la infodemia se fortalece desde el anonimato, la inmediatez que ofrecen las redes sociales y facilidad de su viralización.
Estamos siempre a un click de recibir “Fake News”, de ser presa fácil de la desinformación que tiene trasfondo político, que se rola por desconocimiento y otras veces solo por socializar. Pero debemos parar, porque no es uno el enfermo, es el planeta entero.
A dos años de la pandemia, ya todos tenemos un conocido o cercano que ha muerto o enfermado por el Covid19, todos hemos temido al contagio y todos seguimos expuestos, esto no es un juego político, es una dura realidad para toda la humanidad.
Sigamos cuidándonos en comunidad y si nos piden ser una sociedad responsable, empecemos por proveernos de información segura y atinada, busquemos fuentes científicas, nacionales o internacionales y no nos sumemos a la industria de la infodemia
EN BOCA DE TODOS / GUADALUPE ESCOBEDO CONDE