TAMAULIPAS.- Américo Villarreal Anaya consiguió ayer una importante victoria jurídica. Ante el embate de los consejeros del Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dio la razón al considerar que no hay ningún motivo para retirar del aire sus spots.
A pesar de ser el precandidato único de Morena, de acuerdo a lo que definieron los magistrados, el doctor tiene el derecho de hacer llegar su mensaje a la militancia y simpatizantes de su partido. Suficientes antecedentes hay en el pasado reciente para determinar que el Consejo del INE, una vez más, se excedió en sus apreciaciones.
Pero en ese camino minado, Américo ha logrado sus mayores avances. Como suele pasar en estos casos, la prohibición del INE solo ayudó a visibilizar aún más el mensaje del precandidato. Este inadvertido impulso de los consejeros electorales, llegó en buen momento para él: justo cuando ha conseguido afianzar la construcción de su proyecto político rumbo a la campaña constitucional.
Tras el tormentoso proceso interno de selección de candidato, el fuego “amigo” se ha ido desvaneciendo. La queja de Maki y sus amagos de cambiarse otra vez de camiseta le han hecho más mella a su imagen política que daño a la marca Morena. Ni se digan los pataleos de Alejandro Rojas Díaz Durán, a quien cada vez es más difícil tomar en serio.
Lo que sí ha conseguido Américo es sumar a liderazgos y militantes de otros partidos que por las razones que sean, en esta ocasión apoyarán la llamada cuarta transformación. A los primeros pasos dados por los priístas Oscar Luebbert y Humberto Valdez Richaud, o el recalcitrante panista tampiqueño, Sergio Salazar, se han sumado los de muchos operadores territoriales.
Ahí apunta la estrategia de Américo Villarreal y su equipo; la precampaña que diseñaron es para consolidar una estructura que de hecho funciona desde hace al menos tres años. A eso debe agregarse el inminente respaldo que llegará desde la Ciudad de México, gracias al especial interés que tiene López Obrador en la elección tamaulipeca.
En ese contexto, un punto importante en el calendario político de los próximos días está marcado para la primera quincena de abril, cuando iniciarán las campañas y al mismo tiempo se desarrollará la consulta de revocación de mandato. Es decir, la imagen presidencial será un factor de peso en el proceso que está por venir.
Por ahora buena parte de los esfuerzos del equipo de Américo consisten en blindar al precandidato contra cualquier posibilidad de sanción por parte de una autoridad electoral que mantiene un marcaje personal, casi obsesivo, sobre el partido del presidente.
Pero las visitas del senador a la militancia morenista y la ruta que ha adoptado desde el 2 de enero, está basada en una lógica muy sencilla: la elección del 5 de junio se va a ganar a ras de suelo, en los barrios y colonias donde hace unos meses obtuvieron las alcaldías más importantes y la mayoría en el Congreso.
CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES