TAMAULIPAS.- Ala ex alcaldesa reynosense, Maky Ortiz Domínguez, -y a su frívola parentela- les ganó el tiempo. El no definirse con melón o con sandía, en los momentos más definitivos del escenario estatal, los dejó justo a mitad de la zona de conflicto: en plena arena de los obuses, generada por la contienda entre la coalición de MORENA-PV-PT y la alianza PAN-PRI-PRD.
Es fecha, que no se decide, qué rol jugar en esta lucha que se visualiza súper-libre y sin árbitro. En esos casos, quien juega con nadie, juega contra todos. Por esa actitud, bajaron sus acciones de valor. En el momento coyuntural de la emergencia de las precandidaturas -la de MORENA y la del PAN- fue el punto climático para amacizar pactos con uno u otro partido. Su ambición, la achicó.
Otro ingrediente que le erosionó una adhesión exitosa, es el errático gobierno que despliega su hijo Makyito. No ha podido superar esa cosmogonía que lo tiene atado a dar prioridad a la vida loca y no a realizar una aceptable administración municipal. En MORENA, quemó sus carromatos por medio de la ruptura con el CEN del partido guindo.
En una encrucijada muy difícil, pone su porvenir y el de su inocente vástago. A estas alturas del partido, le es más útil -dentro de lo encapotado que se ve su cielo-, sumarse a la candidatura del Truco Verástegui. Oscuro albur electoral: ¿Y si no gana la coalición que encabeza el PAN? Futuro obliterado, el de los Makyiavélicos: si se van de MORENA, pierden; si se quedan con MORENA, no ganan por tanto amague que los instala como actores políticos de precaria confianza.
Otro elemento del escenario en Reynosa, Tamaulipas, es la incorporación abierta y operativa del ex alcalde Oscar Luebbert Gutiérrez a la precampaña de Américo Villarreal Anaya. Desde hace una semana, despliega actividades para fortalecer -por el momento- los movimientos proselitistas hacia la gubernatura del lopezobradorista.
La suma de Oscar en el escenario local, empequeñece a la familia Makyiavélica en el entramado del posicionamiento electoral, abaratando aún más el puño de acciones con el que amaga a los aspirantes al Ejecutivo estatal tamaulipeco.
Doña Maky y su consanguíneo, tienen muchos desafíos. (El de su definición, ya casi lo perdieron). Falta ver cómo el Congreso local, cuya mayoría es de MORENA, cobrará las afrentas de la Makyiavélica; podría, poner lupa a las desaseadas cuentas públicas del Makyito y su séquito de amiguitos. Ya tendrá tiempo de lamentarse de no haberse tomado la foto, con dios o con el diablo…
LA COMUNA / JOSÉ ÁNGEL SOLORIO MARTÍNEZ