TAMAULIPAS.- Cuando el incendio de la Guardería ABC en el que murieron 49 niños y otros 106 resultaron heridos, parecía olvidado, sale a la luz pública que el Presidente Calderón armó una operación de Estado para para impedir que los familiares de su esposa, Margarita Zavala, dueños de la estancia infantil, fueran involucrados en la tragedia, una acción criminal que exhibe el lado oscuro del ex mandatario surgido del PAN.
Y el testimonio no es de ningún militante de Morena, tampoco de algún adversario político, sino del Presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, de acuerdo con el cual el ex Presidente envió a su entonces Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, a que le exigiera que cambiara el proyecto de la sentencia que responsabilizaba a funcionarios del IMSS y a la dueña de la guardería, María Matilde Gómez del Campo, prima de la ex primera dama.
Esta última aparecía en la resolución como responsable de haber incurrido en omisiones que favorecieron el siniestro, acaecido en el 2009 en la ciudad de Hermosillo, Sonora.
A decir del ministro, Gómez Mont llegó a su oficina y a gritos le lanzó: “Dice el Presidente que te apoyamos para esto” y yo le respondí, en tono similar, “Dile que postuló a un ministro, no designó a un Secretario de Estado, que yo no soy su empleado y no voy a llevar en mi conciencia la muerte de 49 niños”.
Expresó, asimismo, Zaldívar, hoy puedo dar fe de que se montó una operación de Estado y prácticamente el gobierno calderonista tomo al más alto tribunal del país para proteger a la familia de su esposa y que quedara impune el caso en el que estaban implicados altos funcionarios públicos de ese régimen que hoy viene a hablar de estado de derecho y de autonomía, sin ninguna autoridad para decirlo.
Pero eso no fue todo, añadió, el jefe de la nación ordenó también bloquear la ayuda médica. “Me contaron los papás y las mamás (de los niños afectados) que el gobierno de Calderón no había permitido que salieran aviones a Sacramento, donde había un hospital esperándolos para curarlo porque no quería que se hiciera más grande el escándalo”.
La presión desde los Pinos fue tan fuerte que temiendo que fuera sacarlo del cargo firmó dos copias de la sentencia y le pidió a su secretaria que las guardará bajo llave y que, si al día siguiente no aparecía, las diera a conocer a los medios de comunicación.
Habría que ver ahora si el delito no ha prescrito, pues en ese escenario, existe el riesgo de que el michoacano sea enjuiciado.
En temas locales, por otra parte, guardadas las proporciones, como ocurrió con el “no se hagan bolas”, frase que utilizó Salinas para desmentir los rumores que decían que el candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, sería sustituido, el Delegado de Morena en Tamaulipas, Ernesto Palacios, atajó ayer versiones similares sobre la candidatura de Villarreal Anaya.
El proceso interno ya concluyó, declaró, no se confundan, Américo fue el elegido y se registrará ante el IETAM, señalamiento con el que puso fin a las especulaciones alentadas por los adversarios de la 4T que promueven un supuesto relevo del precandidato.
Para cerrar, a Maky Ortiz Domínguez la tienen a dos fuegos. Por una parte la Federación y por la otra el Gobierno del Estado, advierten que algunas de las cuentas públicas de la gestión de la alcaldesa de Reynosa no le fueron aprobadas, para que ya deje de jugarle a la encapuchada y defina si se va con melón o con sandía en la actual contienda por la gubernatura. jlhbip2335@gmail.com
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