En los cuarteles de las dos alianzas, los estrategas electorales hacen sumas y restas, multiplican, dividen y sacan raíces cuadradas para poner sobre la mesa los posibles escenarios que los llevarían al triunfo en la elección del 5 de junio.
La gran interrogante a estas alturas sigue siendo cuántos votos aportarán los partidos satélite que acompañarán al PAN y a Morena.
Si echamos un vistazo a los resultados de la elección anterior, sería el PRI el más importante.
En el 2021, según el conteo oficial del IETAM, el tricolor obtuvo 132 mil votos con candidatos propios. Edgar Melhem ha dicho que ese es el piso al que aspiran para el 2022.
Del PRD, que también figura en Va por Tamaulipas no se puede esperar más que la aportación de su membrete. El año pasado recibieron 15 mil votos en las urnas, lo que los situó solo por encima de los partidos Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas que tuvieron su debut y despedida.
De la otra alianza, el PT sacó 42 mil votos y el PVEM 37 mil. Del Partido del Trabajo podría esperarse una cifra similar, y el Verde será una incógnita si consideramos que competirá por primera vez con su nueva administración.
Pero algo tienen claro los estrategas de ambos bandos: sería ingenuo pensar que la votación que sacaron los partidos en el 2021 se pueda sumar en automático para el 2022.
El caso del PRI llama la atención porque a ciencia cierta nadie sabe qué porcentaje del llamado voto duro de ese partido -que ronda precisamente los 130 mil sufragios- se trasladará directamente a la alianza con Acción Nacional.
El otro gran misterio es a dónde va a ir a parar el voto del 19% de indecisos que a estas alturas todavía arrojan la mayoría de las encuestas.
En una elección de 1 millón 400 mil sufragios -como la del 2016- 700 mil votos son suficientes para sacar la victoria, y el 19 por ciento (los indecisos en este momento) son 266 mil.
Ahí está la clave: el objetivo de los candidatos está en ese inmenso grupo de personas que ni pertenecen, ni simpatizan con ningún partido, y que hoy, no saben por quién van a votar.
MOYO Y SU “NO HOMOFOBIA”
Desde el medievo, el coordinador de la bancada del PAN en el Congreso, Félix Moyo García, declaró: “Nosotros somos respetuosos de la libertad sexual, sin embargo los tiempos cambian, debemos estar buscando el bienestar de la gente y ese es un mecanismo, me refiero a los matrimonios igualitarios, es una convivencia regulada que finalmente, históricamente y la finalidad de la vida es la procreación de la especie humana, quizás va contra natura, eso pues no depende a nosotros juzgar, no somos quien para juzgar la vida de las personas, sin embargo nosotros como grupo tenemos un posicionamiento en contra”.
OTRO MAL DÍA PARA MORENA
La bancada morenista hace agua por todos lados. El voto de su diputado, Marco Gallegos, en sintonía con la bancada panista viene a confirmar que ese grupo parlamentario cada vez tiene menos margen de maniobra. Lo más grave es que el reynosense, incondicional de Maki y el alcalde Carlos Peña, es su único representante en la Mesa Directiva, donde intentan poner diques de contención a Imelda Sanmiguel.
Por Miguel Domínguez Flores