Los integrantes de la oposición PAN, PRI y PRD, así como parte del sector empresarial, han criticado sistemáticamente la política energética del gobierno del Presidente López Obrador, sin embargo, la guerra de Rusia y Ucrania han puesto de relieve que, gracias a ella, las consecuencias económicas originadas por el conflicto han sido mucho menos graves para el país.
Si el gobierno mexicano hubiese optado, como proponen los adversarios, abandonar a Pemex y utilizar el presupuesto destinado a esa empresa a proyectos de elaboración de energías limpias y menos caras, como recomienda Marko Cortés, habrían contribuido a reducir los índices de contaminación pero los precios de las gasolinas se habrían duplicado y con ello la carestía estaría asfixiando a la población.
Lo que está ocurriendo a los Estados Unidos y Europa son un ejemplo. No obstante que, comparadas con la nuestra, se trata de economías sólidas, el alza de los precios del petróleo provocado por la invasión a Ucrania y la prohibición de importar petróleo y gas de Rusia dispuesta por Washington, ha ocasionado alzas a niveles históricos.
El litro del combustible en estos momentos cuesta a los estadounidenses 1.70 euros, casi el doble de lo que vale en nuestro país, y un fenómeno similar ha ocurrido con la inflación y la consecuente carestía. Como nunca se había visto en tiempos recientes, tan solo en el mes de enero, antes de la guerra, la inflación en los EE. UU. había llegado al país del norte a 7.9 por ciento, un punto arriba del registrado en México en donde es del 7.8 unidades. Insólito.
La situación es igual en España, antes de la invasión la inflación ya estaba arriba de los 7 por ciento. Esto hace deducir que en febrero y marzo el fenómeno habrá escalado todavía niveles mayores, que dan una idea, desafortunada, por supuesto, de la importancia que sigue teniendo aún para el mundo el uso de combustibles fósiles.
El rescate de la industria petrolera durante el sexenio de AMLO ha sido oneroso, el gobierno ha invertido más de 30 mil millones de pesos del presupuesto gubernamental para rehabilitar las seis refinerías, pero la medida ha empezado a dar frutos.
De los alrededor de 800 mil barriles diarios de gasolina que el país importaba en el 2018, la cifra se ha reducido a 300 mil, al mismo tiempo se ha recuperado la autosuficiencia en la producción del diesel y con el funcionamiento de la refinería comprada en el vecino del norte y la entrada en funcionamiento de la de Dos bocas, pronto nuestro país alcanzará también la autosuficiencia en la elaboración del combustible. Mientras tanto, en temas locales de acuerdo con la encuesta de Enkoll levantada del 3 al 7 de marzo sobre el proceso electoral de gobernador de Tamaulipas, el candidato de Morena, Américo Villarreal, sigue firme a la cabeza de las preferencias con 60 por ciento, 31 puntos arriba de César Verástegui, que apenas llega a 29 puntos.
Estas cifras contrastan con lo que sucede en el Congreso, en donde, como consecuencia de las traiciones de cuatro diputados de la 4T, Nancy Ruiz, Jesús Suárez Mata, Nayeli Ruiz y Leticia Vargas, que fueron expulsados del partido guinda, el PAN le ha arrebatado a Morena la mayoría legislativa que este había ganado en las urnas. Sin embargo, Acción Nacional no debería de sentirse triunfador porque ser favorecido por traidores no es meritorio.
Parafraseando al General Francisco Villa, los traidores no le sirven a nadie, es preferible tener adversarios leales que prianistas disfrazados de morenistas.
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