La hecatombe política que envolvió al ex dirigente de la JOCOPO -Armando Zertuche Zuani- del Congreso tamaulipeco, podría haberlo tumbado hacia arriba. Su remoción de ese importante cargo, si bien le reventó en pleno rostro cuando intentaba construir un poder Legislativo autónomo, le abre otras expectativas que lo pondrían en el camino de rehacer su capital político al interior de MORENA.
Fue aplastado sí. Sus adversarios del interior de su partido, -esos, y esas, que dieron el visto bueno para su sacrificio- lograron una victoria pírrica por el fracaso y la demolición de sus propias carreras políticas en las filas del lopezobradorismo.
Media docena de legisladores que optaron por otros horizontes -por lo que haiga sido y por lo que haiga pasado- quemaron sus naves el partido guindo. (Con todo y que el diputado reynosense, Marco Antonio Gallegos Galván, haga esfuerzos por regresar: salió muy combativo con una playera anti cabecista en el VI Informe del Ejecutivo estatal, luego de titubeos penosos hace semanas). Esa actitud que llevan a cuestas, es difícil que se evapore en el corto tiempo: llevarán por siempre ese negro estigma en sus frentes.
Y obvio: el retorno a MORENA se ve tan distante como complicado.
Afirmaba un revolucionario ruso hace más de un siglo: “el partido se fortalece depurándose”.
Es ese evento -aunque con un alto costo-, uno de los mayores y mejores aportes del reynosense Zertuche: puso a prueba a sus correligionarios en escenarios realmente complicados; se quedó con catorce aliados de verdad. Más que suficientes, para desplegar una buena estrategia desde una minoría morenista que perdió en cantidad, pero ganó calidad.
¿Pudo Zertuche, evitar ese resquebrajamiento?
No.
Se debe recordar que toda engañifa -en política-, proviene de las rupturas de la confianza, la coincidencia ideológica, de la alianza política o de la amistad.
Por eso la traición es tan repugnante: nadie puede sensatamente pensar a priori, que un aliado, amigo o socio, puede dar puñaladas en la espalda.
El psicólogo reynosense, tiene mucho que dar aún en las filas lopezobradoristas.
La campaña constitucional de Américo Villarreal Anaya, es un espacio que podría dar al diputado Zertuche, la posibilidad de regresar el golpe a sus adversarios. En su natal Reynosa, sería de gran utilidad a MORENA para aglutinar segmentos de simpatizantes de AMLO que siguen titubeantes -en el PRI, PRD y algunos panistas- en la ciudad mayormente poblada del estado.
Se avizora el potenciamiento de la estructura de campaña de Villarreal Anaya.
Es de esperarse: Carlos Cantú Rosas, no puede a la distancia realizar tareas de mariscal de campo…
…si está fuera del campo.
Armando, tiene fortalezas que podrían darle vigor y potencia a la propuesta de Américo en Tamaulipas.
De su compromiso y lealtad con la IV T, ya no se puede dudar.
Ni revocación ni anulación de la candidatura de Américo
La petición del Tribunal Federal, al Tribunal Electoral del estado, es en el sentido de solicitar, que a la inconforme -Maky Ortiz Domínguez-, se le explique a profundidad el porqué no fue seleccionada como candidata.
No revoca la sentencia de los magistrados electorales tamaulipecos; únicamente, cambia la redacción de esa decisión.
(A menos que los Magistrados Electorales de la Federación se pongan la máscara del PAN y sobre el tiempo, reponer el proceso de selección -casi impensable por las fechas fatales del calendario electora del estado-.)
Américo Villarreal Anaya, siguen siendo precandidato y será candidato.
Lo dice la Ley y los ordenamientos internos de MORENA.
La Makyiavélica, tendrá un documento histórico en mano: se le regalará una copia de la sentencia bastante explícita, del porqué el cardiólogo sigue siendo el candidato.
Nadie justo, puede festinar que a un candidato se le niegue el mandato de la militancia y la expresión de la legalidad interna de su partido.
Mejor, prepararse para la campaña constitucional.
Por José Ángel Solorio Martínez