La sesión pública del 26 de febrero en la que el Tribunal Electoral de Tamaulipas rechazó la impugnación de Maki Ortiz contra la precandidatura de Morena fue todo menos tersa.
Aunque en lo general los magistrados estaban de acuerdo con el sentido de la resolución -desechar el recurso de la ex alcaldesa de Reynosa- dos de ellos hicieron una carnicería con el proyecto elaborado por la presidenta del Tribunal, Blanca Hernández Rojas.
Tanto Edgar Arroyo Villarreal como René Osiris Sánchez, tomaron un buen tiempo de la sesión para argumentar por qué la resolución así como estaba planteada, sería revocada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tal como ocurrió ayer.
“Pareciera que estamos confirmando, pero a la vez le estamos diciendo a Maki Esther Ortiz Domínguez, ‘pero tienes abierta la vía, puedes seguir impugnando’”, deslizó el magistrado Arroyo sobre el documento que estaban discutiendo.
La posición de los dos magistrados que confrontaron el proyecto era que en el posicionamiento que se puso a su consideración no se estaba analizando el fondo del reclamo de Maki Ortiz, sobre la falta de atención de la Comisión de Justicia de Morena a sus demandas.
“Estamos expuestos a que nos revoquen la determinación, y yo creo que lo que todos buscamos aquí es tener resoluciones sentencias solidas, y que puedan soportar cualquier impugnación que se presente porque están hechas lo mas cuidadosamente posibles”, advirtió Arroyo.
También René Osiris pidió llegar al fondo del asunto: “El hecho de que lo que estoy manifestando no quiere decir que proceda o no proceda la inaplicación, solamente que se debe hacer el estudio que se está poniendo en la mesa”.
La tensa discusión, derivó en que la magistrada presidenta reclamara a sus compañeros su inasistencia a una reunión previa en la que pudieron haber “enriquecido” el proyecto, pero como esto no ocurrió, el documento se votaría sin cambiarle ni una coma: “Es mi criterio, es mi postura y lo sostengo (…) tú das por hecho que es un proyecto que van a revocar, pero es mi proyecto y está siendo puesto a su consideración”.
Al final, ocurrió lo que vaticinaron con insistencia los magistrados Arroyo y Sánchez: la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó la determinación local y les dio tres días para que la reformulen, ahora sí, con un estudio a fondo de las inconsistencia que reclama Maki Ortiz.
Sería ilógico que la magistrada presidenta presente un proyecto en sentido contrario al que ya se propuso y se votó; lo que seguramente pasará es que el documento se enriquecerá con mayores argumentos de por qué consideran que Morena no pasó por encima de los derechos de la ex alcaldesa.
Es decir, atenderán el criterio de exhaustividad que reclama la Sala Superior.
Lo que evidencia este nuevo episodio del proceso de selección morenista es la pugna entre dos bloques claramente definidos al interior del Tribunal Electoral de Tamaulipas.
En esas condiciones, con esa tensión de por medio, los magistrados locales tendrán la tarea de calificar la elección del 5 de junio.
Por Miguel Domínguez Flores